Sin ánimo de polemizar, pero sí de responder a un reciente artículo publicado en InfoLibre respecto a la Unión Militar Democrática (UMD), no tengo más remedio que criticar su interpretación del concepto “mojar la pólvora”, pues lo que los “úmedos” utilizamos durante el régimen franquista para mojar la pólvora enemiga no fue “agua”, sino confrontación de valores; es decir, lucha ideológica.
Voy a dar un dato. Uno de los documentos didácticos que me pasó mi responsable directo de la UMD en la Armada, el comandante Carlos Sanjuan, fue El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, del filósofo Federico Engels, que entre otras cosas dice:
Ese poder, nacido de la sociedad, pero que se pone por encima de ella y se divorcia de ella más y más, es el Estado.
Que la sociedad está dividida en clases no es un dogma, sino una constatación. La clase dominante, numéricamente muy inferior a la clase trabajadora, detenta la propiedad de los medios de producción, lo que le posibilita legalmente la apropiación privada del trabajo social y la consiguiente acumulación capitalista, fuente de su poder / dominio sobre la sociedad y el Estado.
Sabemos también que la gigantesca acumulación capitalista ha dado lugar a la oligarquía financiera, que controla de forma imperialista las relaciones entre naciones mediante la exportación de capitales, dominando de este modo los resortes económicos y de poder de los Estados sometidos a esta nueva forma de colonialismo.
Ningún Estado es neutral. Tampoco su brazo armado: el Ejército.
¿O no es evidente, a la vista del apoyo incondicional que los países de la OTAN están dando al gobierno neonazi de Netanyahu, mientras éste sigue masacrando miles de niños y personas inocentes en Gaza, en un genocidio insoportable que no cesa?
El pensador y político Ted Grant (1913-2006), miembro del ala izquierda del partido Laborista británico, dijo en 1997, en un prólogo a una edición de la obra El Estado y la Revolución, escrito por Lenin en agosto de 1917:
No tenemos que ir más allá de los acontecimientos en España entre 1931 y 1939, cuando la clase dominante no vaciló en desencadenar una guerra civil sangrienta contra la clase trabajadora. De nada sirvió el hecho de que el gobierno del Frente Popular había sido elegido democráticamente. De nada sirvieron los llamamientos a la legalidad o a la constitución. Lo único que importaba a los capitalistas y terratenientes era que sus intereses de clase estaban amenazados.
Eso lo entienden muy bien los mandos militares reaccionarios, en particular los franquistas, que, tomando el partido de la clase dominante, llaman recurrentemente a la lucha ideológica desde tiempos inmemoriales.
Por tanto, es la lucha ideológica -que descaradamente practican algunos generales y almirantes, aunque se camuflen de demócratas- la que hay que neutralizar, y eso no se puede conseguir emulando aquella cínica frase atribuida a Franco: «Haga como yo, no se meta en política».
Manuel Ruiz Robles, es capitán de navío de la Armada (retirado), antiguo miembro de la Unión Militar Democrática (UMD).
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Capitán de Navío de la Armada, Retirado. Ingeniero de l’École Supérieure d’Électricité (Supélec). DEA Physique de l’Énergie de l’Université de Paris. Licenciado en Ciencias por la UAM. Membre bienfaiteur de l’ACER (Amigos de los Combatientes en la España Republicana). Adhérent du Musée de la Résistance Nationale de Francia. Fue miembro de la Unión Militar Democrática (UMD).
Vocal de la Junta Directiva de la Asociación Civil Milicia y República (ACMYR). Miembro del Foro Milicia y Democracia.