Memoria y Libertad

Introducción, a modo de dedicatoria:

A la memoria del Ejercito de la República Española, que combatió valerosamente a las órdenes del Gobierno legítimo de la Nación, cumpliendo con su deber.

A la memoria de las Brigadas Internacionales, que acudieron solidarias, desde los cinco continentes, y vertieron su sangre generosa en defensa de la Libertad.

A los compañeros y compañeras de las Fuerzas Armadas, que simpatizaron o simpatizan con la Unión Militar Democrática (UMD), y que -desde el aislamiento y la soledad de sus destinos- no consiguieron entrar en contacto con aquella diminuta organización en su brevísima existencia. Esa fue y es la auténtica UMD, que sigue estando muy viva en la memoria de nuestro Pueblo.

No es posible comprender el presente si no intentamos echar una mirada certera hacia el pasado, taladrando, no sólo la neblina del tiempo, sino también la delgada capa de las apariencias, que oculta a menudo la realidad, disfrazándola con ropajes extraños; y para ello nada más esclarecedor que detenerse a analizar muy brevemente algunos rasgos esenciales de nuestra deficiente democracia, comparándolos con una de las democracias más próximas geográficamente: la democracia francesa.

Nuestra especie, la raza humana, es esencialmente simbólica, nos comunicamos mediante símbolos (el lenguaje verbal y escrito es una buena muestra de ello), y el núcleo duro del Estado, cuya “ultima razón” es el recurso a la violencia -a sus Fuerzas Armadas- manifiesta su ideología en sus símbolos, es decir en sus héroes, en sus arengas… que constituyen un potente medio de moldear el inconsciente colectivo de sus miembros, fuente de emociones, no solo genuinamente patriotas, sino también a menudo peligrosamente patrioteras…

Las declaraciones públicas de algunos de los altos mandos de nuestras Fuerzas Armadas -no sólo las que afloran en los cuarteles, sino las que trascienden a los medios con sus declaraciones- son la expresión más nítida de su ideología interna. Los exabruptos que -en momentos intensos de la dinámica democrática- suelen emanar de algunos generales, no es precisamente la armoniosa expresión de sus valores constitucionales y democráticos, si no las fétidas fumarolas que nos advierten de la auténtica amenaza… de la potencia telúrica del volcán. Esto no sólo sirve de advertencia para posibles “derivas”, sino que revela el espíritu oculto del Régimen, fundamentado en la pretendida minusvalía del pueblo español, tutelado por la histórica dinastía de la Casa de Borbón, con la nada democrática pretensión de ser una casta inviolable, haciendo uso, si lo estimase necesario, de su brazo armado: El Ejército (Artículo 8, articulo 56.3 y articulo 62.h de la Constitución de 1978).

Lo cierto es que, curiosamente, las salidas de tono recientes de algún prestigioso general, y otras parecidas, incluso actuaciones más lejanas como las del 23F, han venido siendo protagonizadas en gran medida por generales profundamente monárquicos, que ostentan o han ostentado cargos de confianza del Monarca. ¿Casualidad?

Echemos una mirada, sin ira, al pasado “reciente” (hace 37 años).

Muere el dictador y se cumplen sus designios sucesorios, Don Juan Carlos de Borbón y Borbón es entronizado y jura los principios del partido fascista en el poder, iniciándose con ello la llamada Transición, impulsada por una fuerte movilización ciudadana, cuyas ansias de libertad no alcanzan a ser reprimidas por el aparato militar y policial de la Dictadura. Llega la amnistía de 1977 y con ella la amnistía a los presos de ETA, pero NO a los compañeros de la UMD, detenidos, juzgados en consejo de guerra, condenados con severas penas de cárcel y expulsados del Ejército. Este hecho de la recién estrenada “democracia” no fue intrascendente, se trataba de blindar ideológicamente el supuesto brazo armado de la monarquía frente a los valores democráticos, a fin de no ver mermado su poder de negociación con las fuerzas políticas democráticas, que pugnaban por redactar una Constitución, coaccionados bajo el chantaje de las armas. ¿Qué matrimonio, o contrato, seria jurídicamente válido en un Estado de Derecho si fuese efectuado bajo tan grave coerción? El 23F, no investigado y aún por esclarecer, sigue siendo también otro de los pretextos claves para el mantenimiento del Régimen de la Transición, bajo la tutela del Monarca, recordándonos con machacona insistencia, desde los medios públicos y privados, aquella famosa operación militar protagonizada por una banda armada (terrorismo, Según la Real Academia: 1. m. Dominación por el terror. 2. m. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. Terror: (Del lat. terror, -ōris).1. m. Miedo muy intenso).

La Transición consistió en ahormar, mediante la vieja técnica del palo y la zanahoria, a los políticos profesionales que ambicionaban con llegar al poder, instalando una poderosa maquinaria de corrupción -política y económica- que no tardaría en generar el régimen bipartidista de la alternancia, consiguiendo al fin que ciertos políticos profesionales de las fuerzas históricas de izquierda quedasen constituidos en una auténtica “clase instalada”, produciéndose un escandaloso trasvase continuo de sus cuadros hacia posiciones monárquicas, bien “remuneradas”, con cargos, prebendas materiales e incluso morales, origen de la Gran Corrupción, que finalmente ha detonado sobre nuestras cabezas, hundiendo a amplias capas de nuestros compatriotas en el paro, en los desahucios, en la ruina de pequeños y medianos empresarios, en la desesperación… No entro en los detalles de la fuerza política hegemónica del bipartidismo reinante, la derecha de toda la vida –con excepción del partido de Adolfo Suarez, la UCD, de corta vida, que inicio la metamorfosis del régimen antes de ser dimitido- pues son bien conocidos sus origines y su fundador, de ahí su empecinamiento en defender lo indefendible: la “honorabilidad” del régimen genocida del general Franco y sus implicaciones en el nombramiento de los altos cargos del Ministerio de Defensa y de la mayoría de los componentes de su cúpula militar, -salvo honrosísimas excepciones, que no son más que eso: excepciones- actuando de hecho como un poderoso filtro político e ideológico en la promoción de los cuadros de mando de nuestras Fuerzas Armadas.

Un test certero de lo que a veces oculta un Régimen político es el análisis de la ideología profunda de sus Fuerzas Armadas y de sus símbolos más sagrados: sus héroes. No hay Patria sin Constitución, sin Estado de Derecho, pero sobre todo no la hay sin sus héroes; ellos son el símbolo que encarna y da sustancia en los militares al concepto de Patria: el ejemplo más entrañable, lo más valeroso del Pueblo. Veamos pues los héroes de la democracia francesa, los que están más vivos en el recuerdo por su proximidad en el tiempo: En primer lugar los héroes de la Resistencia al nazismo, y también en lugar destacado la legendaria división del general Leclerc, portando sobre sus blindajes -los primeros carros de combate que liberaron Paris- sugestivos nombres de ciudades españolas: claro, iban comandados por republicanos españoles… Los gestos de sus gobernantes en nombre del pueblo son esenciales, por ejemplo dos gestos en la toma de posesión del anterior Presidente de Francia: 1) dio orden de lectura en todos los liceos de Francia de la valerosa y emotiva carta de un joven de la Resistencia –escrita la noche anterior a su fusilamiento por las fuerzas nazis- a sus padres: se llamaba Guy Môquet. 2) Otro gesto importante del mismo presidente, en su toma de posesión, fue el hacer sonar el himno de la Resistencia Nacional francesa, en cuyas filas combatieron muchos militares republicanos españoles en defensa de la Libertad.

Veamos, sin embargo, algunos de los héroes más dudosos de la “democracia” española, según uno de sus conspicuos generales: Los “héroes” de la División Azul (división del Ejército de la Cruzada Nacional, enviada a combatir contra Rusia, vistiendo el uniforme del ejército alemán, a las órdenes del jefe del partido nazi y jefe del Estado alemán Adolf Hitler), humillando al pueblo español ante las democracias europeas con sus reaccionarios artículos en los medios. Otros “héroes” siguen siendo muchos de los generales golpistas del 18 de julio, que aparecen profusamente en muchos callejeros de nuestras ciudades, incluida la capital de España, sin olvidar otro indudable “héroe” el “generalísimo” y genocida Francisco Franco, que yace en el faraónico mausoleo del “Valle de los Caídos”, que se hizo construir mediante el trabajo esclavo de numerosos prisioneros del “Ejército rojo”, “cautivo y desarmado”, que habían defendido heroicamente nuestras libertades. Y yo me pregunto ¿para cuándo calles con los nombres de los heroicos combatientes en defensa de la Libertad, que le fue arrebatada al pueblo español en un holocausto sin precedentes?

Claro, y como esto es impresentable, se maquilla con la figura, muy digna por cierto, del general Gutiérrez Mellado, que vetó la amnistía a los compañeros expulsados de la UMD, héroe militar de aquel vodevil tragicómico que fue el 23F.

Pero de aquellos polvos estos lodos. El presente y el futuro inmediato no se presentan nada halagüeños. Por un lado: paro masivo, recortes, privatización de la sanidad, privatización de la educación, desahucios, indignación ciudadana, desesperación… Por el otro: corrupción de alto “standing”, que alcanza presuntamente a la más alta institución del Estado… Un desastre, sin paliativos, que se expresa en la indignación de una juventud sin futuro y en la desesperación de amplias capas populares. El divorcio entre el Régimen y nuestro pueblo nunca ha sido tan clamoroso. Después de transcurridos 37 años desde la muerte del dictador y de su sucesión en el trono de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I, de Borbón y Borbón, Jefe del Estado, y Jefe de las Fuerzas Armadas, nos encontramos actualmente con la evidencia de que los “héroes de la Patria” más recientes, es decir los que nos impone la ideología dominante en el Ejército -que pretendidamente lidera Su Majestad Don Juan Carlos I- siguen siendo los que son: los del Ejercito de la Cruzada Nacional, pese al “aggiornamento” de la Casa Real. ¿Es ésta la sociedad democrática avanzada que nos prometió la Constitución? Esto debe concluir ya, y es el Pueblo mediante un proceso constituyente, el que debe decidir qué Constitución desea, sin trampas ni cartón, así como la forma de estado: República o monarquía. Aunque es obvio que un régimen democrático en nuestro país solo es posible mediante un proceso auténticamente constituyente, que instaure una República federal, capaz de dar cabida satisfactoria y fraternal a las Naciones históricas de nuestra Patria, y afronte con decisión las urgentes tareas de regeneración democrática; como posibilitó -en el país ibérico hermano, en aquel histórico 25 de Abril- la Revolución de los Claveles, a los acordes de la canción de José Alfonso: Grândola Vila Morena.

Sí, muchos han mentido y seguirán mintiendo, pero el Pueblo -que en determinadas circunstancias puede ser amedrentado- nunca miente, y es evidente que a los ojos del pueblo español el Rey está desnudo. Afirmo que es un suicidio colectivo seguir manteniendo esta patraña. Por lo tanto, alzó mi voz y digo alto y claro: ¡el Rey está desnudo! ¡Viva el 14 de Abril! ¡Viva la Libertad!

Una respuesta a «Memoria y Libertad»

Los comentarios están cerrados.