Una PNL para conceder una condecoración a Juli Busquets

El pasado 23 de octubre tuvo lugar la presentación, en el seno de la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, de la Proposición no de Ley, sobre la concesión de una condecoración al fallecido Juli Busquets Bragolat, miembro fundador de la Unión Militar Democrática, UMD, y a otros miembros de esta organización histórica.

Por su interés para todos los miembros del Foro Milicia y Democracia y en general para todos nuestros lectores, transcribimos a continuación el texto publicado por el Diario Oficial del Congreso con la presentación de la PNL y las intervenciones de representantes de otros grupos políticos.

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SOBRE EL OTORGAMIENTO DE LA MEDALLA AL MÉRITO A JULI BUSQUETS Y OTROS OFICIALES DE LA UNIÓN MILITAR DEMOCRÁTICA.

PRESENTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente 161/003307).

El señor PRESIDENTE: Pasamos al siguiente punto, la proposición no de ley sobre el otorgamiento de la Medalla al Mérito a Juli Busquets y otros oficiales de la Unión Militar Democrática, presentada por el Grupo Parlamentario Socialista.
Para la defensa de la misma, tiene la palabra su autora, la señora Guinart.
La señora GUINART MORENO: Gracias, señor presidente.
Hoy pedimos un reconocimiento que creemos que contribuirá, aunque sea de una manera modesta, a la reparación de la memoria histórica. Hablamos de unas personas, de militares que lucharon por la democracia y por la mejora de las Fuerzas Armadas. Hablamos de Juli Busquets, pero también de otros
oficiales, todos ellos miembros de la Unión Militar Democrática, la UMD. Fueron militares que realizaron sacrificios personales y profesionales y que arriesgaron, en muchos casos, su carrera y su promoción profesional; de hecho, arriesgaron, incluso, su libertad personal. Lo pusieron todo en riesgo por su alta conciencia democrática y su defensa de la justicia social, tanto en el plano civil como en el militar, y lo hicieron cuando estaba aún vigente la dictadura de Franco. Fue un pequeño reducto de un ejército que
defendía todavía el mantenimiento del régimen dictatorial. La UMD se creó en verano de 1974 y se disolvió en 1977, pocos días después de las elecciones del 15 de junio. Con la Revolución de los Claveles portuguesa tomaron conciencia del papel que podían desempeñar los militares en el derrocamiento de una dictadura militar. Pero los militares españoles de la UMD pagaron la factura de su defensa democrática en tiempos de dictadura: nueve de ellos, de alta graduación, fueron detenidos en 1975 por pertenecer a la UMD, condenados a cuarenta y tres años de cárcel y expulsados del ejército. En 1987 se les dio la oportunidad de regresar a la vida militar, pero solo tres de ellos lo hicieron.
Juli Busquets Bragulat fue inspirador e impulsor de la UMD desde que, a principios de los años setenta, se gestara lo que más tarde se constituiría formalmente en organización, y fue en el antiguo acuartelamiento de Lepanto, en Barcelona, donde hoy se erige la Ciutat de la Justicia. Busquets empezó
su carrera militar a finales de los años cuarenta y siempre mantuvo actitudes críticas en el seno del ejército. Ingresó en la Academia General Militar en 1950 y se graduó en 1954 con el empleo de teniente de ingenieros. Estuvo destinado en el Grupo de Ingenieros de la División de Caballería de Alcalá de
Henares y en la Escuela de Aplicación de Ingenieros de Hoyo de Manzanares. En 1967, tras obtener el doctorado en Sociología por la Universidad Complutense con calificación cum laude, procedió a publicar
su tesis, sin pedir el perceptivo permiso que, como miembro del ejército, debían otorgarle los mandos militares. Por ello, el libro fue secuestrado y Busquets sometido a juicio por injurias al ejército, aunque, finalmente, resultó absuelto. En 1970 impulsó un manifiesto prefundacional de la UMD en Barcelona; pretendía evitar las penas de muerte en el Proceso de Burgos y se dirigió por carta, junto con diez oficiales más, al entonces príncipe Juan Carlos y al teniente general Manuel Díez-Alegría para pedir la apertura política del régimen. Acusado de ser uno de los principales responsables de la UMD, fue detenido y procesado y pasó seis meses en prisión. En 1977 se presentó a las primeras elecciones generales bajo las siglas del Partido Socialista. Fue diputado del PSC durante cuatro legislaturas. Era, como he dicho,
doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid e impartió clases en diversas universidades, entre ellas la Autónoma de Barcelona, donde fue catedrático. Juli Busquets fue un incansable luchador contra el dolor humano y la injusticia social, convencido de que había muchas causas por reivindicar.
En esta Cámara se han debatido ya algunas iniciativas para el reconocimiento de los militares de la UMD. La que este grupo presentó en 2003 no prosperó, al contar con los votos en contra del PP. Otra posterior, de 2009, transada con Izquierda Unida, sí que se pudo aprobar. A partir de esas iniciativas, en
diciembre de 2009 el Consejo de Ministros presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, siendo ministra Defensa Carme Chacón, aprobó una declaración institucional en la que reconocía la acción de los militares de la UMD para apoyar la llegada de la democracia y las libertades en la transición. El Gobierno
destacaba su contribución a la vertebración de las Fuerzas Armadas en el nuevo ordenamiento constitucional, así como las represalias que sufrieron y los sacrificios personales y también profesionales.
En febrero de 2010 el Ministerio de Defensa concedió la Medalla al Mérito Militar a catorce jefes y oficiales miembros de la Unión Militar Democrática. Fue un primer y significativo gesto de justicia hacia algunos de los que habían arriesgado sus carreras y vida personal por la democracia; otros, entre ellos Juli Busquets, quedaron fuera de esa primera distinción. La concesión de recompensas militares está regulada en un Real Decreto de agosto de 2003, en el que se aprobaba el Reglamento General de Recompensas Militares. Una disposición transitoria de ese real decreto señala que no podrán iniciarse expedientes para la concesión de recompensas militares por méritos contraídos con anterioridad a la entrada en vigor del reglamento que lo desarrolla, pero no es menos cierto que la Orden de Defensa 3594/2003, de 10 de diciembre, que aprueba las normas de tramitación y concesión ordinaria de las Cruces del Mérito Militar, Naval y Aeronáutico, permite exceptuar de los requisitos ordinarios de concesión las recompensas que se propongan a título póstumo. Además, existe el precedente del otorgamiento de esta distinción a favor de otros miembros de la UMD ya 2010. Consideramos que hay una deuda con Busquets y otros militares comprometidos con la UMD que todavía no han sido condecorados y, en consecuencia, no tienen debidamente reconocida su aportación a la democracia española. Por ello, señorías, les pedimos que apoyan esta PNL. Haremos llegar una transaccional a la mesa.
Gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Guinart.
Como información complementaria, comparto con todas sus señorías la información que me pasa el letrado, que es quien mantiene la memoria histórica de esta Comisión, recordando que el señor Busquets
fue vicepresidente de esta Comisión.
Continuamos con el turno que corresponde al grupo parlamentario que ha presentado enmiendas,
concretamente tres, todas ellas del Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea. Tiene la palabra el señor Monereo.

El señor MONEREO PÉREZ: Señor presidente, el pasado ya no es lo que era. Usted, como historiador, y teniendo detrás a Sagasta, verá que una de nuestras costumbres y de nuestras aficiones nacionales son, precisamente, las restauraciones. Cada vez que hay una crisis, siempre hay una restauración
pendiente. La ruptura casi nunca la conseguimos, la verdad sea dicha. Yo creo que eso de restauraciónruptura tenía mucho que ver con la transición y con el problemita, el problema o el problemazo que hoy nos trae aquí, que es justamente una dialéctica. Algunos hemos sostenido desde siempre la idea de que se ha banalizado la transición en un relato, a mi juicio, de cartón piedra, sin alma, sin espíritu y, sobre todo, que no contaba la verdad. Al final, la historia se revela. Cada generación, sobre todo cuando la atraviesa una crisis, tiene que hacer cuentas con el pasado para prepararse para el futuro. Y es obvio que esta generación de crisis en crisis tiene que ajustar cuentas con el viejo relato que se ha hecho fundante del Reino de España, y uno de los temas de fondo es justamente este. Voy a plantear una cuestión previa: la transición fue una cosa muy dura y compleja, un período dramático de la historia de España. Por decirlo más claro, hubo más muertes en la transición que en el periodo de febrero a julio de 1936; más muertes en la transición, que ocurrieron en la fase previa a un golpe de Estado que se legitimó, precisamente, por esas muertes y por ese supuesto caos del país. Por lo tanto, la transición nunca estuvo garantizada; siempre fue problemática y los actores tuvieron que moverse en un mundo lleno de dificultades y problemas.
Lo que nos trae aquí es un dato de la transición. Es decir, lo que aquí nos trae es la existencia de poderes fácticos que estuvieron regulando la transición en un proceso conflictual, pero que estuvieron regulando la transición, y uno de ellos fue el poder militar, que para sí reclamaba en aquella época su
autonomía frente a la injerencia del poder civil, ya desde la época de Arias Navarro, no solo después con Adolfo Suárez. Desde esa perspectiva, desde esa autonomía del poder militar, fue por lo que se impidió que la amnistía les llegara igual a todos los funcionarios, entre ellos, a los funcionarios militares que estaban en la UMD. Y no fue de cualquier manera, porque fue impedida ya en la Ley de Amnistía de 1976, pero se intentó en 1977; y Gutiérrez Mellado, con el conjunto de su cúpula militar, a un conocido parlamentario de la UCD, Rafael Arias-Salgado, le dijo que si se aprobaba esa ley con vuelta de la UMD
dimitía él y su cúpula militar del ejército. Así se impidió en ese año. La noticia es importante. ¿Por qué se impidió? Aduciendo que eso sería —fíjense— un precedente para que se pudieran organizar otras fuerzas dentro del ejército. Decir eso en el año 1977 fue algo cuando menos admirable. Obviamente, al poco tiempo se produjo el intento de dos golpes de Estado que tuvieron que ser resueltos, como ustedes saben bien. Y henos aquí que, cuarenta años después, estamos desbrozando nuestra ejemplar, maravillosa y nunca bien ponderada transición pacífica de la dictadura a la democracia.
¿Cuál es la cuenta pendiente que tenemos, en general, con la UMD los demócratas de este país?
Como dicen las feministas, la cuenta pendiente es una cuestión de reconocimiento. El reconocimiento es darle al otro su legitimidad, darle al otro la condición de persona o de grupo que legítimamente actúa y que lo hace en servicio de las normas de la comunidad. Lo que estamos haciendo aquí con la UMD es reconocerles, hacerles partícipes de su legitimidad y de la honra que supone para nosotros haber estado en esa línea dura, difícil y trágica que la mayoría de ellos vivieron.
¿Qué aprendimos nosotros de la UMD? Esto es bueno para las nuevas generaciones, que consideran que aquello fue una cosa rara, como una especie de juego palaciego. La primera cosa que aprendimos fue que defendían un ejército que defendiera a parte del país en su libertad y en sus derechos. Me dirán que eso no es tan anormal, pero en aquel tiempo no era así; en aquel tiempo el ejército no tenía esa misión fundamental, era el enemigo interno y sus dispositivos eran de ocupación. Eso hoy se estudia en
la academia, no hace falta ir muy lejos. Se trataba de un ejército mal armado, mal equipado, con enormes problemas de profesionalidad, de todo lo cual ellos eran víctimas, y muchos de ellos también eran pluriempleados.
La segunda cuestión fundamental que aprendimos muchos de los que solamente habíamos hecho la mili, que en aquel tiempo era obligatoria, fue una cosa muy importante que ellos nos enseñaron: la subordinación al poder legítimo de la sociedad, de la comunidad, la subordinación a la Constitución. Eso también fue una gigantesca novedad, porque no era percibido así, porque había ruido de sables y porque se consideraba que las Fuerzas Armadas reunían la esencia de la patria y de los poderes del país y suponían la garantía del régimen. Ellos demostraron que no, que las Fuerzas Armadas que querían
constituir eran unas Fuerzas Armadas subordinadas al poder político que defendían a la comunidad.
En tercer lugar, ellos se consideraban soldados ciudadanos, ellos se consideraban soldados con menos libertades que los demás, pero menor libertad para poder servir mejor a los demás, con más garantía, con
más cualidad. El primer documento serio que hizo la UMD fue un estatuto del militar, estatuto que muchos años después tuvo que rehacerse en gran parte en función de sus propias reflexiones. En definitiva, señor presidente, en un país de restauraciones nos toca ahora reivindicar la memoria de unos militares que nos enseñaron la importancia de la paz en un mundo complejo y trágico como el que habitamos.
Nosotros hemos presentado algunas enmiendas a esta iniciativa. Una es un poco técnica. Los que lo hemos estudiado y nuestros técnicos creemos que el término exacto sería cruz del mérito militar y no simplemente medalla al mérito militar. Puede que estemos equivocados, pero lo vemos como una cierta propensión a la verdad. La segunda idea, respecto de la que estamos buscando un acuerdo con la compañera socialista, es la importancia de que esta gesta de buena democracia y de buen comportamiento militar forme parte de la enseñanza militar y que sea conocida también en este complejo mundo entre las Fuerzas Armadas y la sociedad. Y por último, una cuestión que a mí me afecta personalmente. Pedimos también que se conceda este honor y este reconocimiento a tres funcionarios de la Guardia Civil. Tuve con
ellos una relación especial en un tiempo pasado. Esta gente se inventó el Sindicato Unificado de Guardias Civiles y fue expulsada por ello; fueron expulsados porque era un cuerpo militar, si no, no podrían haber
sido expulsados de la misma manera. Pretendemos y queremos que esta memoria no se olvide porque construir sindicalismo o un nuevo tipo de asociacionismo para ser políticamente correctos en las Fuerzas
Armadas y en la seguridad es muy importante para tener unas Fuerzas Armadas que respiren como la sociedad, es decir, creando libertades y zonas de libertad para todos.
Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos).

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Monereo.
Iniciamos el turno correspondiente a la toma de posición. Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, señor Díaz.

El señor DÍAZ GÓMEZ: Gracias, presidente.
La creación de la UMD se remonta al año 1974, siguiendo la estela de la portuguesa Revolución de los Claveles, cuando un grupo de jóvenes oficiales daba el salto para incorporar y propiciar la democratización de España desde el ejército. Sus integrantes fueron sometidos a consejo de guerra, que
los condenó por conspiración para la rebelión, siendo rehabilitados en el año 1986, ya que no fueron incluidos en la Ley de Amnistía de 1977. Su actividad fue siempre pacífica, limitándose a intentar convencer con palabras y hechos acerca de la incuestionable llegada del proceso democratizador y el
cambio a un régimen instaurado y refrendado por las urnas. Sus propuestas iniciales giraron en torno a la convocatoria de una asamblea constituyente que elaborase una constitución similar a la del resto de países occidentales europeos, restablecer las libertades democráticas y los derechos humanos, luchar contra la corrupción, realizar reformas socioeconómicas para la mejora de las condiciones de vida, reformar la justicia militar y la ley del servicio militar. Su iniciativa en aquellos tiempos fue, sin duda, el precursor en el ámbito castrense de la modernización y la normalización de las Fuerzas Armadas, anticipando el lugar que a España le correspondía en el contexto internacional y más concretamente en Europa. No es la primera vez que este tema llega al Congreso de los Diputados, habiendo recibido un
rechazo inicial por el voto en contra del Partido Popular en 2002, siendo aprobado finalmente en el año 2009. La ministra de Defensa, Carmen Chacón, procedió a condecorar a varios de sus miembros pero
no incluyó a Julio Busquets. En el Grupo Parlamentario Ciudadanos consideramos que es merecido el reconocimiento de aquellos valedores de los principios democráticos en las Fuerzas Armadas, o sea que
votaremos a favor. (Aplausos).

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.
A continuación, por el Grupo Parlamentario Popular, señor Martínez.

El señor MARTÍNEZ VÁZQUEZ: Muchas gracias, señor presidente.
Para no repetir lo que se ha dicho ya por parte de quienes me han precedido en el uso de la palabra sobre la UMD, he encontrado una cita de Francisco Umbral, publicada en el diario El País, en el año 1980, que creo que es bastante significativa y representativa. Decía Umbral entonces: El erguimiento, la
disciplina interior, la lealtad del fondo a la forma, la imperturbabilidad, la desesperación tranquila y el heroísmo inverso y brillante del fracaso. De esa tradición romántica, dandi y progresista vienen los militares de la UMD.
Es verdad, como han dicho todos los portavoces, que no es la primera vez que esta Comisión debate sobre esta cuestión. Es más, creo que si hiciésemos de verdad el repaso histórico de los antecedentes, probablemente en lo primero en lo que tendríamos que fijarnos no es tanto en una proposición no de ley
sino en una ley, en la Ley del año 1986, de 24 de diciembre, de Rehabilitación de Militares Profesionales, que precisamente vino a corregir lo que el propio preámbulo de la ley denomina una falta de igualdad o un principio de discriminación con respecto a lo que en su momento aprobó la Ley de Amnistía. Como consecuencia de la aprobación de esa ley de 1986 —y como muy bien ha dicho la señora Guinart—, es cierto que de los nueve militares expulsados de los ejércitos en 1975 por pertenecer a la Unión Militar
Democrática, tres de ellos se reincorporaron a las Fuerzas Armadas y los otros seis se incorporaron a la reserva transitoria pero no al servicio activo. Por tanto, de esa reparación de la que hablaba el señor Monereo encontramos ya precedentes en los años 1986 y 1987. Después, ciertamente, se plantea en esta Comisión el debate de dos proposiciones no de ley: una en el año 2003, y bastaría leer el Diario de Sesiones para darse cuenta de que mi compañero el señor Ayala hizo una defensa de la UMD, y otra en el año 2009, cuando se vuelve a plantear un homenaje a los miembros de la Unión Militar Democrática, y es entonces mi compañera la diputada Beatriz Rodríguez-Salmones quien hizo también una defensa, un elogio, un reconocimiento y un homenaje a los militares de la UMD, sin duda por su contribución a la transición democrática, al papel constitucional de las Fuerzas Armadas y, en grandísima medida, a que
hoy el artículo 8 de la Constitución diga lo que dice, que entre las misiones de las Fuerzas Armadas se encuentra —vaya por delante— la defensa del ordenamiento constitucional. Creo que hasta aquí estamos todos de acuerdo y que, por tanto, el objeto de esta proposición no de ley no era tanto el reconocimiento y homenaje a los que formaron la Unión Militar Democrática, sin perjuicio de que sea perfectamente válido y legítimo hacerlo, sino una propuesta mucho más concreta, que es la que nos plantea el Grupo
Parlamentario Socialista, que es otorgar la medalla al mérito militar a título póstumo, en particular a Julio Busquets, y también, en un segundo apartado, hacer ese mismo otorgamiento de la medalla al mérito militar al resto de jefes y oficiales miembros de la UMD.
Fíjense, nosotros respecto del señor Busquets —así lo ha recordado el letrado de la Comisión—, memoria viva de la Comisión —fue miembro y vicepresidente de la misma—, no tenemos ninguna duda de su trayectoria parlamentaria, incluso de su trayectoria académica, pero también entendemos, por una cuestión de rigor y de respeto al ordenamiento y a la regulación muy detallada y absolutamente reglada del otorgamiento de recompensas militares, que la Cámara, y concretamente esta Comisión, no debería instar al Gobierno a otorgar una medalla, que, por cierto, señor Monereo, en la regulación del real decreto de 2003 se llama medalla militar, no cruz. Entiendo que es a esa medalla militar del artículo 7 a la que se
refiere el grupo proponente —en realidad, esta es una cuestión terminológica—. El artículo 7 dice: «La medalla militar, recompensa militar ejemplar, tiene por objeto premiar el valor muy distinguido como la virtud, que sin llegar a tener la consideración de valor heroico que se define en el artículo anterior, sobresale muy significativamente del valor exigible a cualquier militar en el desarrollo de operaciones armadas, lo que le lleva a acometer acciones, hechos o servicios militares, individuales o colectivos, de carácter extraordinario que impliquen notables cambios favorables y ventajas tácticas para las fuerzas propias o para la misión encomendada». Y a su vez remite a otro real decreto, en este caso del año 2001, en cuanto al procedimiento para el otorgamiento de esta recompensa. ¿Qué creemos nosotros? Que no tendríamos ningún problema ni tenemos ninguna duda sobre los méritos parlamentarios y políticos del
señor Busquets, tampoco sobre sus méritos académicos, pero respecto de sus méritos militares, y de acuerdo con la regulación tan estricta de este precepto, creemos que sería más lógico instar al Gobierno a estudiar la posibilidad de iniciar el procedimiento para otorgar la medalla al mérito militar. Tal vez es una cuestión de matiz, pero nos parece que debe ser ese procedimiento el que se tiene que seguir. Por eso, yo le propongo al Grupo Parlamentario Socialista una pequeña enmienda transaccional in voce, si ustedes me lo permiten, por la cual, en lugar de instar a otorgar la medalla, hablemos de instar al Gobierno a estudiar la posibilidad de iniciar el procedimiento para otorgar esa medalla. Nos parece más respetuoso
con un procedimiento que es absolutamente reglado.
En cuanto al apartado segundo, en la medida en que no se concretan nombres, es decir, se habla de otorgar la medalla en los mismos términos al resto de jefes y oficiales, nosotros no podemos saber si el resto de jefes y oficiales, de los que no sabemos ni siquiera a quién se está refiriendo, cumplen los
requisitos a los que se refiere el artículo 7 del real decreto. Por tanto, la propuesta que hacemos para apoyar la iniciativa en su apartado primero sería la de modificarla por estudiar la posibilidad de iniciar el procedimiento para otorgar la medalla. Dicho lo cual, si nuestra propuesta no fuera aceptada, desde luego, nosotros no nos opondríamos a la iniciativa presentada. Compartimos muchas de las cuestiones elogiosas que se han dicho, pero entendemos que debemos ser un poco más rigurosos en la forma de plantearlo.
También les puedo decir, señorías, que no estamos de acuerdo en incluir en el texto de esta proposición no de ley una cuestión que afecta al Sindicato Unificado de Guardias Civiles, porque creemos que no tiene absolutamente nada que ver ni con el objeto ni con el espíritu de esta iniciativa, sin perjuicio de que un grupo parlamentario legítimamente la haya querido introducir, pero con respecto a ello estamos absolutamente en contra.
Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos).

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Martínez.
Pregunto a la portavoz socialista si acepta o rechaza las enmiendas que se han presentado.
La señora GUINART MORENO: Como señalé, estamos preparando una transaccional con las
enmiendas de Podemos. En principio, la del Partido Popular no la aceptaremos.
El señor PRESIDENTE: Gracias