¿Por qué se distorsiona la imagen de las Fuerzas Armadas?

En pleno siglo XXI tenemos unos hombres y mujeres en las Fuerzas Armadas con un nivel que está a la par con los ejércitos europeos, dedicados en cuerpo y alma a su profesión y a su mejora profesional, dado el alto avance tecnológico que existe en la actualidad.

Declaraciones como las del General Chicharro no abundan en esa imagen. Hay consternación y preocupación por el hecho de que el Ministerio de Defensa no le haya expedientado. Tan solo ha sido expulsado de la Orden de San Hermenegildo, que preside el Rey.

Sin embargo, aquellos militares que abogan por unas Fuerzas Armadas democráticas, participativas y con nexos con la sociedad civil, por comentarios que hacen en medios de comunicación, cumplen arresto en una base militar.

Estas Fuerzas Armadas, con un importante presupuesto en el Ministerio de Defensa, deben reorganizarse y reestructurarse en el ámbito operativo y pre-operativo y debe potenciarse el acercamiento a la sociedad civil.

Sería necesario, para reducir determinados costes directos e indirectos y otros gastos, establecer la jornada continua en las Bases y acuartelamientos; gastos superfluos y juras de bandera, como en Levante, de un determinado Ministro.

Creo en militares como Julio Rodríguez, ex JEMAD y experto en seguridad global, que manifiesta que la actual directiva de defensa nacional es equivocada y no se direcciona a un presente inmediato de la actualidad en la seguridad global del  siglo XXI que nos viene, como el escudo antimisiles que se va a desplegar en Rota y en otros países europeos (guerra de las galaxias).  Y es que este tipo de militares proyectan unaprofesionalidad y una imagen mÁs acorde de lo que deben ser las actuales FAS.