La muerte de Ramón Franco auspiciada por su hermano Francisco

En contra de lo que nos enseñaron en la Academia General del Aire, Ramón Franco no era un militar conservador, fiel al Movimiento Nacional que en compañía de Ruiz de Alda, Durán y Rada había atravesado el Atlántico Sur con el Plus Ultra.

Ramón Franco efectivamente atravesó el Atlántico Sur en el Plus Ultra pero era un militar republicano e incesante conspirador contra la monarquía de Alfonso XIII, lo que le ocasionó más de una sanción e incluso el exilio, tras el frustrado levantamiento militar de Jaca y Cuatro Vientos.

Instaurada la República fue elegido diputado en las listas de Esquerra Republicana de Catalunya donde obtuvo más de 90.000 votos.

La enemistad de Ramón Franco con su hermano Francisco y el resto de generales que por aquel entonces comenzaron a conspirar contra el gobierno legalmente constituido, era pública y notoria. Pero los enemigos de Ramón Franco no sólo estaban en el lado de los conspiradores, también estaba enfrentado con algunos dirigentes republicanos entre los que destacaba el entonces Ministro de la Guerra, Manuel Azaña, con quien se enemistó a pesar de que le había nombrado director general de Aeronáutica.

La sublevación del 18 de julio de 1936 le sorprendió como agregado aéreo en la embajada española de Washington. Intentó volver en defensa del gobierno de la República, pero dada su enemistad personal con Manuel Azaña tuvo antes la prudencia de consultar su parecer. La respuesta de Manuel Azaña, enviada a través del Coronel Romero, antiguo compañero de cárcel de Ramón Franco, fue contundente, ¡que no venga!. Azaña pensaba erróneamente que Ramón Franco iba a permanecer en Washington descartando la posibilidad de que se incorporase al bando rebelde donde sería inmediatamente fusilado, dados sus antecedentes políticos.

Este error de Azaña, negándole la incorporación al bando republicano, unido a la muerte en la cárcel Modelo de su amigo Ruiz de Alda y al nombramiento de su hermano Francisco como Jefe del Estado en octubre de 1936, contribuyeron a que tomase la decisión de incorporarse al bando rebelde, lo que finalmente le costó la vida, como veremos más adelante.

La vuelta de Ramón Franco al bando donde estaban todos sus enemigos no era empresa fácil, para ello recurrió a la política de hechos consumados ayudado por su hermano Nicolás quien le esperó en la frontera portuguesa y lo llevó de su mano hasta el Cuartel General de los sublevados, eludiendo los trámites fronterizos.

Su hermano Francisco le nombró jefe de la aviación de Baleares sin contar con nadie, ni siquiera con el entonces responsable de la Aviación, el General Kindelán, enemigo declarado de Ramón.

La llegada de Ramón Franco a Mallorca no pudo ser más gélida, ningún oficial le dio la mano, todos le odiaban.

Ramón Franco no se relacionó prácticamente con nadie en Mallorca durante los dos años que consiguió mantenerse con vida bajo la protección de su hermano Francisco, todos sus amigos, incluido su fiel mecánico Pablo Rada, luchaban en el bando contrario. Si a esto unimos que sus misiones de bombardeo sobre Cataluña causaban la muerte a los mismos ciudadanos que poco tiempo antes le habían dado su voto en las urnas podemos hacernos una idea de cuales fueron los motivos de la enorme depresión que sufrió Ramón Franco en vísperas de su muerte.

Aquí conviene recordar que durante la sublevación de Cuatro Vientos contra Alfonso XIII, Ramón Franco había sobrevolado el Palacio Real de Madrid con ánimo de bombardearlo pero no lo hizo porque había niños jugando en los jardines próximos. Es evidente que causar la muerte a sus votantes catalanes tenía necesariamente que afectar al ánimo de Ramón Franco.

En esta situación y afectado por esa gran depresión que incluso se reflejaba en su aspecto físico, se marchó a la península a ver a sus hermanos el 24 de septiembre de 1938, un mes antes de su muerte.

Lógicamente su hermano Francisco sabía que Ramón vivía rodeado de enemigos y que todos sus amigos luchaban en el bando republicano. Al verle en ese estado fuertemente depresivo en que se encontraba tuvo que sopesar la posibilidad de que esa depresión le incitara a pasarse al otro bando. Que el hermano del Jefe del Estado se pasase al enemigo en plena Batalla del Ebro tendría grandes repercusiones internacionales y afectaría gravemente a la moral de las tropas. Estas reflexiones tuvieron que pasar necesariamente por la mente de Francisco al ver a su hermano en tan lamentable estado.

Fue una semana después de volver de la península, cuando en la mañana del 28 de octubre de 1938 encontró la muerte.

Muchos de los libros que se han escrito y se escriben sobre Ramón Franco se basan en unas falsas afirmaciones atribuidas a Rudy Bay para concluir que su muerte se debió a un accidente.

Rudy Bay, mítico aviador franquista y luego propietario de la empresa Spantax, volaba en otro avión junto al de Ramón Franco en el momento de su muerte y vio como el avión de Franco, sin causa justificada, se precipitaba sobre el mar.

Rudy Bay, poco antes de su fallecimiento publicó una entrevista en el número 99 de la revista del SEPLA, Mach.82, de mayo de 1999 de incalculable valor histórico que hasta ahora ha pasado desapercibida. La entrevista se puede leer en esta misma página WEB.

Manifiesta Rudy Bay en esta entrevista: “Para mí esta muy claro que fue un sabotaje. Muy bien preparado pero un sabotaje, sin duda. Es difícil demostrarlo al cabo de los años, pero no me cabe duda de que el avión estaba preparado para que ocurriera lo que ocurrió”.

Ramón Franco volaba habitualmente con cuatro tripulantes de toda confianza, falangistas, porque no se fiaban de él y pensaban que podría pasarse al enemigo.

En la entrevista de Mach.82, Rudy Bay cuenta que cuando en la madrugada del 28 de octubre, las dos tripulaciones ya estaban subidas en los botes para dirigirse a los hidros que estaban fondeados en la bahía de Pollensa recibieron la orden de que Ramón Franco volaría con el avión y la tripulación de Rudy Bay y viceversa. Añade Rudy Bay que les extrañó muchísimo esta inusitada orden y que así lo comentaron entre ellos.

De esta forma, sacrificaron a los tripulantes de Rudy Bay y salvaron a los falangistas de Ramón. Los tripulantes de Rudy Bay fallecidos junto a Ramón Franco fueron: el Teniente de Navío Melchor Sangro Torres, Teniente de Aviación Joaquín Domínguez García, Sargento Emilio Gómez Martí, Cabo radio José Canaves Costa.

Si algún historiador investiga los antecedentes políticos de estos cuatro fallecidos y los compara con los de la tripulación habitual de Ramón Franco que salvaron su vida, gracias al cambio de última hora, podrá constatar la gran diferencia existente entre ambas tripulaciones en cuanto al grado de compromiso con los principios del llamado Movimiento Nacional.

Rudy Bay cuenta que el avión de Ramón Franco, al poco tiempo de despegar y volando por encima de las nubes, a unos 4.000 metros de altura, se quedó sin velocidad, giró bruscamente a la derecha y cayó en picado sobre el mar.

La versión más común de los historiadores atribuye “el accidente” a una tormenta. Efectivamente hacía mal tiempo, pero como dice Rudy Bay, a 4.000 metros ya estaba despejado y una tormenta que tiene una altura inferior a los 4.000 metros no es capaz de derribar a un trimotor. Por otro lado, el timón del avión de Ramón Franco que se expone en Mahón no presenta las clásicas abolladuras causadas por el granizo que aparecen en todos los aviones que se han metido en una tormenta seria.

Como afirma Rudy Bay, el sabotaje al avión estaba “muy bien preparado”, afectó simultáneamente a la potencia de los motores y a los mandos de vuelo.

La familia Franco siempre ha atribuido la muerte de Ramón a un sabotaje provocado por la masonería internacional. En YouTube se puede ver un video (disponible al final del artículo) donde Pilar Franco atribuye el sabotaje a un masón disfrazado de soldado que en un descuido de Ramón inutilizó una de las “ruedas” del hidro. En esta hilarante entrevista, la hermana del anterior Jefe del Estado ignora que esos hidros no tienen ruedas y que los masones en aquellos tiempos sangrientos no estaban para disfrazarse de soldados, ni en carnaval.

Descartado el accidente, como lo descarta la propia familia Franco, lo descarta Rudy Bay, y como se deduce de los hechos, hay que pensar en quién pudo llevar a cabo impunemente el sabotaje. Todas las hipótesis posibles sobre la autoría pasan porque en octubre de 1938 nadie era capaz de atentar contra la vida de Ramón Franco sin contar con la autorización expresa de su hermano Francisco.

Revista Mach.82. Entrevista a Rudy Bay

Entrevista a Pilar Franco: Ramón fue asesinado por la masonería (Canal Sur)