El 50º Aniversario de la UMD nos trae el recuerdo del fervor republicano de aquellos años, borrado de nuestra memoria militar por una jefatura del Estado y de las Fuerzas Armadas que sigue recayendo en una casta de reyes inviolables, impuesta por el dictador genocida Franco, impunes aunque delincan.
El famoso lema de la Transición, “de la Ley a la Ley”, validó de este modo la legitimidad del golpe del 18 de julio de 1936, la guerra de exterminio que le siguió, apoyada por las potencias nazi-fascistas, y una criminal dictadura de casi cuarenta años, santificada por el Vaticano y el imperialismo de los USA.
Las raíces jurídicas del actual “Estado de Derecho” son, por tanto, las llamadas Leyes de Sucesión, decretadas por Franco. Tan es así que, en el hipotético caso de que el Parlamento, sede de la soberanía popular, anulase dichas leyes, caería de inmediato la monarquía, al quedar ésta desprovista de la burda legitimidad franquista que la sustenta.
De producirse tal hecho, que tendría una enorme dimensión histórica, el Parlamento recuperaría su plena soberanía tras un proceso constituyente. Un proceso auténticamente democrático, que no lo hubo debido al poder que detentaba, y detenta, la clase dominante y su “ultima ratio”: el Ejército de Franco.
La mayoría de militares que llegamos a formar parte de la UMD, en sus tres años de existencia clandestina -autodisuelta dos semanas después de las primeras elecciones generales del 15 de junio-, teníamos una ideología progresista, inspirada en los valores inscritos en la Constitución de la II República española.
Este hecho ha sido sistemáticamente ocultado por el régimen, beneficiándose torticeramente del temor popular a una involución franquista, acrecentado por el famoso autogolpe del 23-F de 1981.
Los tímidos intentos de propiciar reformas de fondo en las Fuerzas Armadas, impulsadas por el PSOE, junto a otros partidos republicanos, incluido el PCE y los partidos soberanistas, principalmente ERC, se han visto frenados o anulados por el propio sujeto a reformar: el ejército del 18 de julio, que transitó incólume de la dictadura a la democracia, pasando a ser el guardián armado de la constitución monárquica de 1978: Las Fuerzas Armadas… tienen como misión garantizar… el ordenamiento constitucional.
El Foro Milicia y Democracia (FMD) mantiene viva la memoria de la Unión Militar Democrática (UMD), referente incuestionable de los militares demócratas de nuestros días; que haberlos, haylos.
Sin embargo, pese a su importante labor democratizadora, no puedo dejar de señalar que su línea oficial, desde su fundación en 2002, difiere notablemente de las esperanzas de muchos de aquellos jóvenes capitanes que llegamos a militar en sus filas.
La represión interna ejecutada por la rancia justicia militar, no ha podido impedir que surjan en el seno del Ejército nuevos militares demócratas, como es el caso del ex Oficial del Ejército de Tierra Luis Gonzalo Segura, autor entre otras obras de “El libro negro del Ejército español” y “La trampa ucraniana”.
Algunos jóvenes militares se preguntan por el sentido de la vida y se hacen las mismas preguntas que nos hacíamos muchos capitanes de la UMD en aquellos años difíciles, pasando muchos de ellos a engrosar las filas de asociaciones progresistas.
Sus referentes actuales no son el “Comandante Franco”, en el Marruecos de los años 20, como siguen enseñando a los cadetes y guardiamarinas en las Academias militares de la monarquía, sino militares como el comandante Julio Busquets, fundador de la UMD, al que el Ayuntamiento de Barcelona ha sabido honrar dando su nombre a una plaza.
Sin embargo, falta en el callejero de Madrid, Comandante Luis Otero, fundador junto a Julio Busquets de la organización clandestina de capitanes contra Franco, en la que tuve el honor de militar.
Los sucesivos presidentes del FMD, desde su fundación, han sido y siguen siendo dignos representantes de aquella organización de jóvenes capitanes, que arriesgaron su vida y su futuro profesional en su lucha por la libertad. Tal es el caso del general Julio Rodríguez, en situación de retiro, ex Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), uno de los principales dirigentes del partido político PODEMOS, firmante del Llamamiento Europeo Contra la Guerra.
Entre los colectivos progresistas, surgidos desde el inicio de la crisis del régimen del 78, destaca -por su posicionamiento claramente republicano y antifranquista- el Colectivo Anemoi, fundado en febrero de 2013 por un grupo de militares entre los que se encuentra el actual presidente de la Asociación Memoria Militar Democrática (AMMD), capitán de navío Manuel Pardo de Donlebún, y yo mismo, junto a otros compañeros. Entre nosotros destacan por su valor y perseverancia el Teniente Segura, el Cabo Santos y la Artillera Cristina Valdearcos, vilmente calumniados y expulsados del Ejército por su actitud democrática.
Actualmente, el Cabo Santos ha recuperado su grado y se encuentra en situación de Reserva, al haber sido anulada por la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo la injusta sanción que ocasionó su expulsión.
Coincidiendo este año con la celebración del 50 Aniversario de la Revolución de los Claveles, tuve el honor de ser invitado por el Presidente del Colectivo Republicano de Redondela, Marco Antonio Santos Soto (conocido como el Cabo Santos), a participar el pasado 9 de mayo en un acto en el Auditorio de la Xunqueira. Se trató del homenaje al coronel portugués Manuel Duran Clemente, destacado miembro del Movimento das Forças Armadas (MFA).
El entonces capitán Duran, fue, junto al comandante Otelo Saraiva de Carvalho, uno de los principales protagonistas del golpe militar incruento que acabo con la dictadura en Portugal, un histórico 25 de Abril de 1974.
Tras unas breves y emotivas palabras de Marco Antonio Santos, compartí mesa con el coronel Duran Clemente y la periodista gallega Susi Queimaliños, moderadora del debate.
El compañero portugués tuvo a bien dedicarme un ejemplar de su reciente libro Crónicas de um insubmisso, que guardo también cuidadosamente junto a un ejemplar de El militar de carrera en España, del comandante Julio Busquets (1932-2001), fundador de la UMD y diputado por el PSC-PSOE durante cinco legislaturas.
Finalizado este importante acto de homenaje, organizado por el Concello y el Colectivo Republicano de Redondela, entonamos el “Grândola, Vila Morena” y fuimos invitados a una concurrida cena en homenaje al histórico coronel portugués Duran Clemente, en un conocido bar de la ciudad.
Asistieron numerosas personalidades civiles y militares, miembros del Colectivo Republicano de Redondela, incluido un Juez demócrata que fue nuestro anfitrión, junto al compañero Marco Antonio Santos.
Por último, deseo mencionar a la Asociación Civil Milicia y Democracia (ACMYR), que preside la periodista Enriqueta de la Cruz, una de cuyas importantes finalidades estatutarias es:
“Contribuir a la construcción de una República plenamente democrática, justa, libre, igual y solidaria, abierta a las transformaciones sociales”
Termino esta breve crónica deseando fervientemente que todos los demócratas, todos los progresistas, aunemos fuerzas, contribuyendo a frenar la gigantesca ola reaccionaria que pretende liquidar los escasos derechos sociales arrancados a la dictadura. Derechos sociales, y libertades democráticas, hoy amenazados por las pútridas raíces franquistas que nutren la arcaica monarquía que nos roba y oprime.
Manuel Ruiz Robles es Capitán de Navío de la Armada (retirado), miembro de la UMD, del Colectivo Anemoi y de la AMMD.
Capitán de Navío de la Armada, Retirado. Ingeniero de l’École Supérieure d’Électricité (Supélec). DEA Physique de l’Énergie de l’Université de Paris. Licenciado en Ciencias por la UAM. Membre bienfaiteur de l’ACER (Amigos de los Combatientes en la España Republicana). Adhérent du Musée de la Résistance Nationale de Francia. Fue miembro de la Unión Militar Democrática (UMD).
Vocal de la Junta Directiva de la Asociación Civil Milicia y República (ACMYR). Miembro del Foro Milicia y Democracia.