UMD: la historia y sus protagonistas

El 22 de mayo de 2018 fallecía en Madrid el coronel Luis Otero Fernández, conocido como el “comandante Otero”, uno de los líderes más destacados de la Unión Militar Democratica (UMD), junto con Julio Busquets, su promotor en Barcelona en 1974. Su viuda, Carmen Macías, recibía una placa en homenaje póstumo por parte del Ayuntamiento de Zaragoza. Fue aprobado por el pleno de consistorio con el apoyo de todos los grupos políticos sin excepción.

Este homenaje fue promovido por varias asociaciones de recuperación de la Memoria Histórica de Aragón, que tenían también prevista la organización de otros actos relacionados con la UMD. Siguiendo la estela de los que se habían celebrado dos años antes en Asturias, organizaron charlas de miembros de esta organización en diversos Institutos de Enseñanza Secundaria (IES).

Una asociación denominada Las tertulias de Llanes había organizado en 2017 un homenaje a la UMD con asistencia de varios de sus miembros. Mesas redondas, conferencias, homenaje con gaiteiros en un teatro…  fue extraordinario y emotivo, y todos los que participamos así lo compartimos. Pero, tal vez, lo más interesante fue la visita a diversos institutos del Principado de miembros de la Unión Militar Democrática para que relataran a los jóvenes la historia de esta organización.

En Aragón, sin medios para ello, y con la colaboración, hasta el momento, de siete institutos, las asociaciones de la recuperación de la Memoria Histórica también organizaron conferencias en formato de clase. Se ocupaban de elaborar un cuestionario para los alumnos sobre la Historia reciente de España y los profesores preparaban el acto unos días antes.

Tuve el privilegio de dar cinco de esas charlas/clases en Zaragoza, Teruel y Calamocha. José Ignacio Domínguez –histórico portavoz de la UMD en el extranjero– dio otras dos en Sabiñanigo (Huesca). Y puedo asegurar que se trató de una experiencia de enorme interés, emoción y sentimiento. El título del programa elegido por las asociaciones era “La Historia contada por sus protagonistas”.

En dos de ellas, intervino también otra protagonista de la historia de la UMD, mi mujer, María Antonia Ballesteros, representando el sacrificio de las esposas de los detenidos en Madrid en el verano de 1975 y posteriormente procesados, encarcelados y expulsados del Ejército por su condición de militares demócratas.

A la intervención de los “protagonistas”, tras proyectar un video sobre la UMD, les seguía un coloquio con los alumnos sobre la Transición política a la Democracia que resultó, según los informes de evaluación de los profesores, muy enriquecedor para ellos y sus alumnos. E igualmente para quienes intervenimos. Por esta razón, tal vez sea pertinente hacer una llamada a las instituciones para que promuevan y apoyen este tipo de actos. Vaya por delante mi agradecimiento a los asturianos y aragoneses por los proyectos que han puesto en marcha que espero no sean los últimos.

Estas iniciativas, de gran valor testimonial y pedagógico, me parecen muy útiles para hacer lo posible por ir sacando a la UMD del pozo de silencio en el que la hundieron los sucesivos gobiernos, tanto del PSOE como del PP, de la época.