“Ruido de sables: ¿Bulo o sondeo?

 

El diario El Mundo, junto con el ABC y La Razón, heredó con aprovechamiento la función que en su tiempo desempeñó el diario ultramontano “El Alcázar”, portavoz a su vez de las soflamas incendiarias del “colectivo Almendros”, integrada por generales y coroneles que se consideraban más franquistas que Franco.

La retórica empleada en el texto es la versión “vintage” y democráticamente maquillada, de aquellas aguerridas admoniciones patrioteras, basadas en una concepción revelada de la misión redentora de las FAS, por encima de cualquier institución, ya que ellos solo respondían “ante Dios y ante la historia”.

La noticia publicada por El Mundo, priva a sus lectores de conocer datos que permitan contrastar la autenticidad de la misma. No da nombres, ni rangos, ni número, ni unidades, ni… es decir, que atribuye a un colectivo anónimo y evanescente, una serie de amenazas al nuevo gobierno, como si la conjura de esta edición rediviva de un 23F, actualizado a formas menos zarzuelas, tuviese suficiente entidad y potencia real para levantarse y dirigir desde la sombra al Gobierno de España, abandonando el timón de las FAS que tienen encomendado, dejando al pairo la operatividad de toda la fuerza militar española.

La virulencia del manifiesto -comentado pero no publicado por este medio-, no sabemos si es producto de un globo sonda concebido entre generosas libaciones en la barra de un Club Militar, impulsado y aumentado prestamente por la redacción de El Mundo, o si realmente se trata de un complot en el que participa la mayoría del staff de las grandes unidades de las FAS.

De cualquier forma , imaginamos que el gobierno (a estas horas en funciones todavía) habrá dado orden al CNI para abrir una rápida y expeditiva investigación sobre el caso, habida cuenta que con los recursos de que dispone la inteligencia del Estado, de ser cierta esta noticia en cuestión de días la Policía Militar haría horas a destajo para proceder a la detención de los sediciosos, y los fiscales se pondrían a trabajar a destajo, amparándose en el vigente código de justicia militar, por el presunto delito de sedición y/o deslealtad.

Lo que resultaría del todo impensable ante la gravedad de esta supuesta información, es que la primera prioridad del nuevo ministro de Defensa, no sea aclarar la veracidad de esta información, y aplicar en su caso las medidas penales que en derecho correspondan.

La mejor disuasión es un escarmiento a tiempo, para evitar que consolide el ambiente de impunidad que reina en las FAS entre los sectores más recalcitrantes y conservadores.

Floren Dimas
Oficial del Ejército del Aire (Rt)
19/11/2023