Ingeniería asociativa

Cuando Zapatero llegó a la presidencia, se vislumbró una salida para la realidad asociativa que se había instalado en la Guardia Civil desde que, en julio de 1994, la Audiencia Nacional estimara la demanda presentada por José Luis Bargados Fernández y el redactor de estas líneas, en el sentido de inscribir en el registro pertinente la organización impulsada por nosotros y denominada Asociación 6 de Julio de Guardias Civiles. Esa impresión también fue percibida por un sindicato de trabajadores que ya contaba entre sus afines con un sindicato policial, el cual centró esfuerzos en la tarea de sumar a sus filas una asociación de miembros de la Benemérita. Después de varios intentos que terminaron en fracaso, hicieron su generosa oferta a una organización que desarrollaba su actividad en una Comunidad Autónoma concreta, la cual aceptó el ofrecimiento.-

En aquellos tiempos en los que no existía una regulación específica sobre la materia, optaron por registrar a nivel nacional la entidad que solamente estaba asentada a nivel autonómico y comenzar su expansión por todo el territorio nacional, con el inestimable apoyo económico y logístico del sindicato de trabajadores. A fin de hacer más comprensible la evolución de lo que denomino ingeniería asociativa, usaré un nombre ficticio que ayude en la labor y, con ese propósito, se me ha ocurrido el de “Fusión de Guardias Civiles”. Pues bien, esta asociación comienza a extenderse usando las siglas ‘FGC’ , intentando captar responsables de otras organizaciones ya asentadas o en franco declive y aprovechar su experiencia y calado entre los componentes del Cuerpo. Algunos sucumben ante las óptimas perspectivas y se incorporan al proyecto, el cual sigue su curso, aunque con dificultades, debido al lastre que supone el patrocinio del sindicato y el marcado carácter político que ello conlleva.-

En 2007 se regulan por fin las asociaciones profesionales en la Guardia Civil y, entre otras cuestiones, la ley prohíbe a las mismas formar parte de partidos políticos y sindicatos, amén de exceptuar el carácter lucrativo y percibir donaciones privadas. Del mismo modo establece que su financiación será a través de las cuotas de sus asociados y su régimen económico estará sometido a los principios de transparencia y publicidad. Importantes escollos que darían al traste con su forma de subsistir, al tener que cortar radicalmente con sus mecenas, algo a lo que no están dispuestos ni los unos ni los otros. Y es entonces cuando recurren al ingenio. Inscribir una asociación igual, pero diferente. Pura ingeniería. Elaboran otros estatutos y los inscriben en el registro de asociaciones profesionales de la Guardia Civil creado al efecto para acoger este tipo de entidades… con el mismo nombre. Sin embargo establecen una sutil diferencia, en vez de usar las siglas FGC utilizarán unas un tanto diferentes, para aparentar cierta autonomía, pongamos como ejemplo ‘FusiónGC’.-

Tenemos, por tanto, dos asociaciones que, desde un punto de vista legal, son diferentes. Una de ellas es una organización no profesional y no limitada por las leyes, que puede continuar su especial relación con el sindicato y la otra que se atiene a lo regulado en la normativa de referencia. Empero este ‘invento’ tiene sus complicaciones, normalmente ocasionadas por la falta de atención de sus promotores. Tan pronto aparecen en los medios con unas siglas como con otras, la misma persona dice ostentar el cargo de presidente de FusiónGC y también el de secretario general de FGC. Los socios pertenecen en su mayor parte a FGC que, recordemos, no es una asociación profesional, y es la que firma contratos con seguros y gabinetes jurídicos, pero es la otra la que los representa ante la Dirección General del Cuerpo y, de hecho, cuando se convocan elecciones internas, son las siglas FusiónGC las que deben votar sus asociados y seguidores. En fin, una miscelánea no debidamente aclarada a quienes, en parte, sustentan económicamente este entramado diseñado como caballo de Troya de un sindicato de clase en el seno Benemérito.-

Una última precisión, la ley que regula las asociaciones profesionales de guardiaciviles estipula que las mismas no podrán agruparse con otras que, a su vez, no estén integradas exclusivamente por miembros del referido Cuerpo y aunque cualquiera de las siglas ficticias señaladas en este escrito estarían integradas por componentes de la Institución, en situación de Activo o no, los claros vínculos de la organización no profesional con un sindicato, convierte la suma de los factores en algo que no se ajusta a la regulación señalada. Pero, claro, toda ingeniería suele tener algún pequeño fallo, incluso la asociativa.-