In Memoriam. Cecilio Yusta Viñas

Mi primo hermano, CECILIO YUSTA VIÑAS, fue un aviador y un entusiasta de la historia de la Aviación española. Fue también una de las primeras víctimas de la COVID en abril de 2020. La última vez que nos vimos fue a finales del mes de enero precedente y le vi muy alicaído. Pude hablar con él por teléfono pocos días antes de su fallecimiento. No tuve la impresión de que se avecinaba un desenlace inmediato.

Nació en plena guerra civil en Guadalajara en 1937 y fue registrado con el nombre de México, en honor del único país que, junto con la URSS, no tuvo inhibiciones en ayudar públicamente a la República y a sus combatientes. Naturalmente, tras el final se lo cambiaron manu militari y le dieron el nombre del santo del día.

Hizo el servicio militar obligatorio en el Ejército del Aire y ello le despertó la vocación, y el entusiasmo, por la Aviación. Con gran esfuerzo personal terminó el bachillerato e ingresó por oposición como controlador del tráfico aéreo. Con no menos esfuerzo obtuvo el título de piloto de transportes en la Escuela Superior de Vuelo de Salamanca.

Ingresó en Aviaco y después en IBERIA como auxiliar y en donde poco a poco, gracias a sus grandes dotes como piloto, recorrió todos los escalones de la carrera hasta llegar a comandante, el máximo escalón. Cuando se jubiló ya pilotaba el Airbus.

Estuvo tres años destinado en la flota de Fokker-27 en Canarias desde donde voló a prácticamente todos los aeropuertos de la zona, incluidos los de los nacientes Estados africanos. También fue instructor de Teórica e inspector de operaciones por delegación de la Autoridad Aeronáutica. Diplomado en Meteorología aeronáutica y en investigación de accidentes aéreos.

Fue miembro de número del Instituto de Historia y Cultura Aeronáuticas y se le concedió la Cruz al Mérito Aeronáutico.

Sus discusiones con un general de División en el Ejército del Aire, a quien suele citarse como autoridad poco menos que indiscutible, fueron constantes.

Escribió varios libros. Desde el caso poco común de un aviador español que sirvió en la Legión Cóndor hasta una soberbia biografía del Infante Alfonso de Borbón, pionero de la Aviación Española. Colaboró en numerosas obras colectivas como 25 militares al servicio de la República y El primer asesinato de Franco, esta última con quien esto escribe y con el Dr. Miguel Ull, también víctima de la Covid al año siguiente de su propio fallecimiento.

Profundo conocedor de numerosas interioridades de la historia de la Aviación militar y civil española me ayudó a descifrar los accidentes mortales del teniente general José Sanjurjo y del general Emilio Mola, negando en ambos casos que hubiesen ocurrido de forma intencionada. También me ayudó a desentrañar muchas de las patrañas que rodearon, y aún rodean, el bombardeo de Gernika.

Su fallecimiento no solo fue una pérdida para sus familiares y amigos sino también para los interesados en una historia de la Aviación española en la guerra y en la paz desprovista de leyendas y de mitos.

Ángel Viñas