El dilema de la venta de armas a Arabia Saudí

La reciente polémica sobre la venta de armas a Arabia Saudí ha reavivado el debate en España sobre la fabricación y venta de armas. Las armas siempre han sido protagonistas de la historia de la humanidad. Las armas han sido el apoyo del poder establecido del momento y han servido para llevar a cabo invasiones. Las armas se han utilizado para imponer voluntades, y para esclavizar y explotar a seres humanos. Pero las armas también han servido para todo lo contrario, se han utilizado para la legítima defensa a la que tienen derecho las personas y los pueblos. ¿Y también para conseguir la seguridad que permite una mejor convivencia en paz?

Según las diferentes corrientes de pensamiento las armas son innecesarias o indispensables. Los idealistas defienden su eliminación basándose en que son las causantes de las guerras y que los Estados deberían de eliminar su fabricación; la utopía a la que la humanidad debiera llegar. En cambio, desde las posiciones realistas se sostiene la idea de lo inevitable del conflicto y de la guerra. Según los realistas, la disuasión es vital para asegurar la defensa del Estado y de los valores de la sociedad a la que se pertenece. El debate está servido: ¿Son las armas las causantes de las guerras o contribuyen a evitarlas?

No cabe duda que en un mundo ideal no serían necesarias las armas. No serían necesarias si no existieran desafíos, riesgos y amenazas que puedan afectar a las respectivas seguridades nacionales e internacionales, si no existiera el peligro de aquellos que las posean tuvieran intenciones agresivas contra el territorio, los valores y la libertad de otros pueblos. Un debate interminable al que habría que poner cierta racionalidad que tenga como base el comportamiento humano a través de la historia y las disposiciones legales vigentes tanto a nivel nacional como internacional.

Nadie pone en duda que las armas tienen como última finalidad destruir o eliminar a los que se consideran enemigos.  La cuestión sería decidir en qué manos poner esas armas para que sirvan a causas justas. Pero ¿quién decide que son causas justas? y ¿quién designa a los que deciden esas causa justas?  Preguntas que merecerían, seguramente, otro intenso debate.

En el momento actual de la historia se siguen fabricando y vendiendo armas. Según el resumen SIPRI 2018 (pág. 7): “El volumen de las transferencias internacionales de grandes armas aumentó un 10% entre 2008-12 y 2013-17, hasta alcanzar su nivel más alto desde el fin de la guerra fría. Este aumento es una continuación de la tendencia al alza iniciada a principios de la década de 2000”, y añade “Las ventas totales del Top 100 del SIPRI en 2016* ascendieron a casi 375.000 millones de dólares, un 1,9% más que en 2015. Este fue el primer año de aumento desde el máximo de 2010. La subida se debe principalmente al incremento general de las ventas de empresas con sede en EE.UU., que dominan el Top 100. En conjunto, las ventas de armas de los fabricantes de Europa Occidental se mantuvieron estables en 2016. Las ventas de armas de las empresas rusas siguieron aumentando en 2016, mientras que las tendencias entre los fabricantes de países con industrias de armas emergentes y otros países con industrias consolidadas fueron desiguales. Entre los factores principales que impulsan el crecimiento de las ventas del Top 100 se cuentan las tensiones internacionales y los conflictos armadospor el lado de la demanda, y las estrategias nacionales de industrialización militar, por el lado de la oferta. Otras causas de los cambios pueden ser las fusiones, adquisiciones y desinversiones empresariales”

Copiado de https://www.sipri.org/sites/default/files/2018-08/yb18_summary_esp.pdf

Según la Secretaría de Estado y de Comercio titulado ESTADÍSTICAS ESPAÑOLAS DE EXPORTACIÓN DE MATERIAL DE DEFENSA, DE OTRO MATERIAL Y DE PRODUCTOS Y TECNOLOGÍAS DE DOBLE USO, AÑO 2017 en ese año las exportaciones españolas ascendieron a 4.346,7 millones de euros (pp. 44-45). Esas armas fueron principalmente vendidas en su mayoría a países de la UE y la OTAN, aunque también se realizaron importantes ventas a otros países.

(Los dos cuadros de arriba están tomados del pais.com

y cuyos datos se encuentran publicados en el informe anteriormente mencionado)

Las exportaciones españolas se regulan de acuerdo con las siguientes normas nacionales:

  • Ley 53/2007, de 28 de diciembre, sobre el control del comercio exterior de material de defensa y de doble uso
  • Real Decreto 2061/2008, de 12 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de control del comercio exterior de material de defensa, de otro material y de productos y tecnologías de doble uso.
  • Real Decreto 844/2011, de 17 de junio, por el que se modifica el Real Decreto 2061/2008, de 12 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de control del comercio exterior de material de defensa, de otro material y de productos y tecnologías de doble uso.
  • Ley 12/2012, de 26 de diciembre, de medidas urgentes de liberalización del comercio y de determinados servicios.
  • Orden ECC/705/2013, de 26 de abril, por la que se actualiza el anexo I.1 del Reglamento de control del comercio exterior de material de defensa, de otro material y de productos y tecnologías de doble uso, aprobado por el Real Decreto 2061/2008, de 12 de diciembre.
  • Real Decreto 679/2014, de 1 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento de control del comercio exterior de material de defensa, de otro material y de productos y tecnologías de doble uso.

Además, como miembro de la UE, España debe cumplir las siguientes regulaciones:

España también fue de los primeros Estados en ratificar el Tratado sobre el Comercio de Armas que regula el comercio internacional de armas convencionales, desde armas pequeñas hasta carros de combate, aeronaves de combate y buques de guerra, entró en vigor el 24 de diciembre de 2014.

(Tomado del pais.com)

El dilema de la venta de la fabricación y venta de armas ha salido a debate una vez más como consecuencia de estas ventas al Estado saudí. Es un dilema entre la legalidad española y las consecuencias para la industria española de defensa y los puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos que crea, según vienen en La INDUSTRIA DE DEFENSA EN ESPAÑA. Informe 2016 (p. 44) de La Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa.

Un debate en el que influyen múltiples factores que siempre hay que considerar. Un debate entre el idealismo y el realismo en el que se deberá encontrar un equilibrio. Un debate en el que se deben considerar los intereses de España, su seguridad y defensa,  los compromisos con las organizaciones internacionales a las que pertenece y los acuerdos bilaterales con otros Estados. Todo ello en consonancia con la legalidad nacional e internacional, y de acuerdo con el respeto a laDeclaración Universal de los Derechos Humanos de la que España también es signataria por ser miembro de la Naciones Unidas.

Zaragoza 21 de octubre de 2018

Javier Jiménez Olmos