El 25 de Abril y la UMD en el recuerdo

Publicado en Infolibre.es

Escribo estas líneas un 25 de abril de 2020, aniversario de la Revolución de los Claveles en Portugal en el año 1974. Son 46 años y muchos han sido los acontecimientos que hemos vivido desde esa fecha. Aquella fiesta de los claveles estalló después de que el capitán Salgueiro Maya, respetando los semáforos, entrara en Lisboa y tomará el Cuartel do Carmo. Aquella fiesta en la que el pueblo se echó a la calle, pese a la prohibición de las autoridades, desbordó el golpe de Estado y colocó las flores en las bocachas de los fusiles de los soldados.

Aquellos días despertaron las conciencias de algunos militares españoles que pocos meses después se reunieron para fundar la Unión Militar Democrática (UMD), organización militar antifranquista impensable en la sociedad española de aquellas fechas y mucho menos en el ámbito de la institución militar franquista. Pero se hizo y, aunque pocos y no muy bien organizados, pusieron –pusimos– nuestro granito de arena para que la Democracia y la Libertad llegaran a España.

Pero esa es otra historia que, movida por la revolución de los claveles, sí se desarrolló por otros senderos. No hubo revolución en España. No era posible ni deseable. Así lo entendieron los compañeros portugueses con quienes los “capitanes de agosto” tomaron contacto, que aún se mantiene desde entonces. Los Capitanes de Abril alcanzaron el poder en Portugal y nos ayudaron de muchas maneras, sobre todo cobijando al capitán José Ignacio Domínguez, portavoz de la UMD en el extranjero. La UMD se autodisolvió el 26 de junio de 1977, tras las primeras elecciones libres desde la República.

Los contactos de antiguos miembros de la UMD con los compañeros portugueses del MFA (Movimiento de las Fuerzas Armadas) continuaron y se afianzaron llegando a ser muy profundos, a pesar de los diferentes avatares políticos por los que pasaron ambos países. La Asociación 25 de Abril, reconocida por los gobiernos portugueses de todo signo ideológico, inspiró la creación de la Asociación-Foro Milicia y Democracia (FMD), fundada por antiguos miembros de la UMD e integrada por militares, diplomáticos, abogados, periodistas… Incluso se firmó en Lisboa un protocolo de colaboración entre ambas organizaciones que dio sus frutos en diversos actos conjuntos a lo largo de los años, tanto en Lisboa como en Madrid.

En uno de ellos, celebrado con motivo del XXXV aniversario de la Revolución en la capital lusa, cinco mandos militares de la antigua UMD, revivimos los preparativos del 25 de Abril llevando con nosotros los mejores guías: sus protagonistas. Luego asistimos a los actos de celebración que terminaron con el clásico Desfile del 25 de Abril por la Avenida da Liberdade en multitudinaria manifestación de la ciudadanía. Terminamos cantando, miles de personas, el himno portugués y, cómo no, el Grandola, Vila Morena, de José Afonso, con cuya programación en las ondas se inició todo en aquella lejana madrugada de 1974. Fueron unas jornadas emocionantes de confraternización con algunos de aquellos héroes de la Revolución como Vasco Lourenço, Martins Guerreiro o Carlos Almada, entre otros, con quienes se ha mantenido la amistad sin interrupción en todos estos años.

Hoy no hay Desfile en Lisboa y las celebraciones son de circunstancias. En televisión española he visto solo unos segundos de imágenes del Parlamento luso en las que he reconocido a Vasco Lorenço –quien definiera a la UMD como “o filho do MFA– en la tribuna reservada para los Capitanes de AbrilEl coronavirus, y tal vez el tiempo pasado, impide más celebraciones, aunque el pueblo portugués lo celebra en las casas y los balcones. El recuerdo persiste y así lo demuestran las redes sociales –y me refiero solamente a las españolas– preñadas de reproducciones del Grandola, Vila Morena y de documentos de entonces.

En 1977 tuve el honor de conocer a otros líderes de la talla del almirante Rosa Coutinho o del comandante Otelo Saraiva de Carvalho. Habían sido desalojados del poder y de sus aledaños: “Hoy estamos en el barro después de casi haber tocado el cielo”, –cito de memoria– me diría entonces Otelo. Yo le dije que la historia dedicaría tal vez tres líneas al entonces presidente de Portugal, pero se escribirían capítulos de oro sobre los Capitanes de Abril.

Y así ha sido. Y a nosotros, siempre nos quedará Portugal.

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Fernando Reinlein es teniente coronel (Ret) y periodista. Presidente del Foro Milicia y Democracia (FMD)