La UMD en nuestra memoria

 

Uno de los principales objetivos de la creación de FMD es el recuerdo de la UMD. La actual junta directiva ha tenido la idea de reservar un espacio permanente en nuestra web para almacenar ahí reseñas específicas en este sentido. Este artículo nace con esa voluntad y con mi compromiso de publicar periódicamente ya que siento que es mi obligación como depositario que soy de la documentación de la UMD que me legó Julio Busquets a su fallecimiento.

La UMD fue una obra colectiva, ahí radicó su fuerza, pero más allá de esa idea coral hubo unas personas que participaron más activamente y hoy, muchos años después, creo que es bueno que traigamos a estas páginas algunos de aquellos nombres. Voy a dedicar estas líneas a citar a quienes, dentro de los militares que estuvieron afiliados a la UMD, sufrieron arrestos o condenas por esa militancia.

El proceso que tuvo mayor repercusión en los medios de comunicación y que acarreó unas consecuencias más negativas para quienes en él fueron juzgados, fue el 250/75 en la jurisdicción castrense del Ejército de Tierra. Fueron condenados: comandante Luis Otero Fernández, a 8 años y separación del servicio; capitán Fermín Ibarra Renes, a 7 años y seis meses, y separación del servicio; capitán Restituto Valero Ramos, a 5 años y separación del servicio; capitán Manuel Fernández Lago, a 5 años y separación del servicio; capitán Jesús Martín-Consuegra López de la Nieta, 4 años y seis meses, y separación del servicio; capitán José Fortes Bouzán, 4 años y separación del servicio; capitán José Fernando Reinlein García-Miranda, 4 años y separación del servicio; capitán Antonio García Márquez, 3 años; capitán Abel Ruíz Cillero, 2 años y seis meses.

No suele recordarse mucho que este proceso 250/75 fue seguido en Madrid, por los órganos jurisdiccionales de la capital de España, pero tuvo una derivada en Barcelona, donde se detuvo al comandante Enrique López-Amor Ayensa y a los capitanes Juan Diego García y Arturo Gurriarán Granados y se les procesó en la causa 186/IV/75. La autoridad judicial militar de la Cuarta Región Militar decidió remitir a su equivalente en Madrid lo actuado por si pudiese ser subsumida esta causa en la más importante, 250/75, lo que ocurrió, siendo acumuladas ambas y seguidas en la capital de España. Finalmente sería sobreseída en lo relativo al jefe y oficiales detenidos en Barcelona.

Uno de los oficiales encausados en el proceso 250/75, el entonces capitán José Ignacio Domínguez Martín-Sánchez, no se sentó en el banquillo de los acusados de Hoyo de Manzanares al encontrarse fuera de España en situación de rebeldía. A su regreso a Madrid tuvo que comparecer primero en la jurisdicción del Ejército del Aire, ya que allí se le había abierto la causa 25/75 por abandono de servicio; inmediatamente repitió la presentación, ahora por la causa 250/75, en el ET. Finalmente se acumularon ambas y fue condenado a 7 años y separación del servicio.

El primer episodio con cierta trascendencia en prensa, protagonizado por miembros de la UMD, actuando como tales, tuvo lugar en Barcelona. Como todos los años, para conmemorar la creación de la Academia General Militar, se celebraba en todas las sedes de Capitanía General una comida en torno al 20 de febrero a la que asistían los altos mandos y una representación de todos los acuartelamientos. De forma previa se preparaban unos discursos y esta fue la razón de los arrestos del comandante Julio Busquets Bragulat y del capitán José Julve Coll, por su intervención en una reunión el 15 de febrero de 1975; finalmente sancionados con seis meses, y dos meses y un día respectivamente. Posteriormente fueron destinados forzosos fuera de Barcelona. Estas sanciones que les impusieron hicieron que no pudieran asistir a las reuniones en Madrid o Barcelona en las que fueron grabados los jefes y oficiales que serían procesados en la causa 250/75.

El 13 de septiembre de 1974, a los doce días de nacer la UMD fue detenido el capitán Bernardo Vidal Garcías. Aquel arresto no tuvo nada que ver con la organización pero sí sirvió a la policía para comenzar a seguir a alguno de sus dirigentes dado que en el registro domiciliario le encontraron tarjetas y cartas de Julio Busquets. Este capitán, muy activo, sufrió varios arrestos y destinos forzosos, más su expulsión de la Escuela de Estado Mayor.

El capitán Antonio Herreros Robles, en el proceso más extraño y oculto de todos los celebrados, fue condenado a 5 años y separación del servicio. Un oportuno recurso lo hubiese anulado pero su no ingreso en prisión por la amnistía y su situación administrativa de supernumerario hicieron que se dejara ir y que su condena fuese firme. La persecución a este capitán fue teledirigida por su parentesco con el general Gutiérrez Mellado.

Otros nombres que hay que reseñar, aunque ya han sido citados, son los del comandante Otero y los capitanes Valero, Ibarra y Reinlein, a los que se abrió procedimiento judicial por incidentes ocurridos en Hoyo de Manzanares, mientras estaban allí detenidos por la causa 250/75. Finalmente fueron causas sobreseídas. Valero y Fortes fueron encausados por la publicación de un libro: “¿Qué son las Fuerzas Armadas?” y José Ignacio Domínguez por otro: “Cuando yo era un exiliado”, siendo ambas también sobreseídas.

En las proximidades de las fechas previstas para el juicio de Hoyo de Manzanares se abrieron varias causas al objeto de intimidar a otros asociados a la UMD. Así, tenemos constancia del proceso, finalmente sobreseído, contra el comandante Juan Barja de Quiroga Paz y los capitanes Juan Carlos Torres López de Lacalle, José Ramón Monge Ugarte, Eduardo Boscá Sanchís y Antonio Córdoba Trujillano. También hubo sanciones disciplinarias por estos días, como la de seis meses al comandante Guillermo Reinlein García-Miranda, con posterior destino forzoso fuera de Barcelona.

Dos tribunales de honor, con diferente resultado, debemos reseñar. Fue expulsado del ejército (sin especial relación con la UMD, aunque sí influyó este asunto en el tribunal) el teniente coronel José Ortega Monasterio y concluyó sin consecuencias el seguido contra el capitán Julián Delgado Aguado, este sí muy relacionado con su pertenencia a esta organización.

Para finalizar voy a citar a otros oficiales que sufrieron arrestos relacionados con la UMD y cuyos nombres, sin más datos, así constan en la documentación que poseo: capitán Luis Alonso Vallés, comandante Santiago Perinat Mazeres, capitán José Luis Pitarch Bartolomé, capitán Ángel García Oviedo y comandante José Altozano Foradada.

Pido disculpas a quienes también sufrieron alguna represalia de cualquier tipo por su activismo en la UMD sin que yo tenga constancia de ello.

Javier Fernández López

Militar. Profesor universitario. Escritor