De la UMD en plena dictadura a militares antifranquistas en democracia, pasando por una “modélica Transición”. ¿Qué ha cambiado desde entonces?

Agosto de 1974, tras La Revolución de los Claveles protagonizada por jóvenes oficiales portugueses, nos encontramos con unos valientes oficiales pertenecientes a los tres ejércitos españoles que, cansados de la tiranía que se vivía en nuestro país sumido ya en la cuarta década de una cruel dictadura, y temerosos por una posible lucha de sables entre Generales por la sucesión para la prolongación del Régimen imposibilitando una transición hacia formas de gobierno como en otros países del entorno, deciden tomar cartas en el asunto.

Hablamos de la Unión Militar Democrática, en adelante UMD, una “pequeña aldea gala enfrentada al Imperio Romano”, ¿su poción mágica? La democracia.

Nuestros “Asterix y Obelix” fueron los Comandantes Luis Otero y Julio Busquets, quienes poniendo en juego sus vidas pudiendo ser acusados de traición, se reunieron con el MFA portugués en una zona fronteriza de Galicia con Portugal a instruirse con los victoriosos lusos.

Fidel Gómez Rosa, Suboficial Mayor del Ejército del Aire, doctor en Ciencias Políticas, licenciado en Derecho y en Historia, miembro de la Asociación Española de Historia Militar, y un auténtico cinturón negro en esta materia, me contaba que hubo varias líneas de contactos con Galicia y también con Madrid. El primer contacto fue en los primeros días de agosto de 1974 cuando Otero y Busquets viajaron a Lisboa. Se presentaron directamente en el Palacio presidencial. La reunión fundacional fue en Barcelona los días 31 de agosto y 1 de septiembre.

AHN_ArchivoOralUMD02 (1)No hace falta imaginar que la vereda a seguir por la UMD no sería muy cómoda, cuando su portavoz, el Capitán José Ignacio Domínguez, tenía que dar una rueda de prensa desde París, la clandestinidad por aquella época estaba a la orden del día si no querías terminar engrilletado o en una cuneta, hasta que punto llegaba el “ordeno y mando” que, una simple comparecencia de un militar en una Universidad ya estaba mal vista en el ámbito castrense.

No tardaron mucho en saltar las alarmas de los militares afines al régimen cuando, en el verano del 75 fueron detenidos los principales líderes de la organización, y juzgados en el Acuartelamiento de Hoyo de Manzanares en marzo de 1976. Este pequeño atisbo de solución a más de 40 años de cruel dictadura se saldó con nueve militares detenidos, expulsados del Ejército y condenados a 43 años de cárcel.

El objetivo, pues, no era levantarse como en Portugal pues en España no podían darse ni se daban las condiciones, pero sí “mojar la pólvora” desde dentro. Por eso se autodisolvieron cuando creyeron, viendo el desarrollo de los acontecimientos que su existencia y esos objetivos ya no tenían sentido, me anota Fidel al revisar el primer borrador de mis líneas. Nada como contar con auténticos expertos para poder ofrecer una opinión lo más veraz posible dentro de mis limitaciones.

Llegado el momento del fin de la dictadura, y no precisamente por llegar la democracia, si no por la muerte del cruel dictador, llega la llamada Transición, que bien podía haberse llamado transacción visto lo visto, dando el relevo bajo orden del sanguinario genocida a un nuevo Jefe del Estado sin opción alguna a réplica. Transición que, a mi juicio, no tendría que haber sido pactada de ningún modo, ya que pactando se llega a la conclusión que todas las partes tienen que llegar a acuerdos, ergo, terminar dando privilegios a los partidarios del régimen para mantenerlos contentos, entre ellos, por poner un ejemplo, a los juristas castrenses.

Todavía se respira ese olor a naftalina por las instituciones, precio que al final terminan pagando los que no se conforman y buscan una democracia plena en este “islote” anclado al 36

Políticos como Manuel Fraga, ministro de Franco y posteriormente fundador de Alianza Popular, partido que más tarde pasara a ser el actual Partido Popular, sindicatos, poder judicial del que de los 16 cargos presentes en el Tribunal de Orden del dictador, 10 continuaron su andadura en democracia formando parte del Tribunal Supremo o de la Asamblea Nacional, militares obviamente no muy partidarios de la democracia, que en Febrero de 1981 fueron partícipes del fallido golpe de Estado, todos entran a jugar en ese tablero de la “modélica transición”, el precio a pagar por los de abajo, demasiado caro. Todavía se respira ese olor a naftalina por las instituciones, precio que al final terminan pagando los que de algún modo no se conforman con el escaparate presentado a la sociedad, y buscan una democracia plena en este “islote” anclado al 36 en la mente de muchos.

Dejando atrás un poco la historia, sin intención alguna de hacerlo para olvidarla como se pretendiera con el “Pacto del Olvido” enmarcado en la Ley de Amnistía de 1977, me vuelvo a la época actual, y digo actual por la fecha, que no por sus actos.

No es la primera vez que escribo acerca de la Justicia Militar, con la diferencia que ahora solo pueden juzgarme los lectores, mientras que hace unos meses era juzgado “sin juicio” por los de los condecorados pectorales, y cuando digo sin juicio no es diciendo que los que ostentan el poder de fulminar no tengan juicio, que también, si no que sin juicio alguno se autonombran seres superiores con la verdad absoluta, y gozan de la autoridad para poder señalarte como culpable, pasándose lo de la presunción de inocencia por lo más alto del arco del triunfo, suena algo franquista, ¿verdad?, mi bisabuelo fue “entalegado” durante la dictadura 3 años, sin haberse celebrado juicio alguno.

La tutela judicial efectiva es un derecho no solo reconocido por la Constitución Española, sino enmarcado dentro de los Derechos Fundamentales de nuestro ordenamiento. Concretamente, se refiere al derecho de toda persona a invocar la actividad de los órganos judiciales, en defensa de sus intereses legítimos. Este derecho, ya no es que no exista dentro del régimen de las Fuerzas Armadas, si no que cuando fuese solicitado en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas por una Asociación Militar Profesional -45 Sin Despidos-, por un lado, la respuesta del Consejo fue que no estaba previsto el cambio de legislación, y por otro, una Asociación Militar Profesional de Oficiales -Aprofas-, llegaba incluso a pedir la sanción de quien lo solicitaba, por el mero hecho de hacerlo, la petición de una tutela judicial efectiva estaba firmada por quien suscribe. Como ven, poco puede cambiar en una institución, cuando la mentalidad de los dorados galones sigue siendo la misma que en pasadas épocas tan alejadas de la democracia. Además de la aberración emitida por los oficiales, hay que sumar el silencio de los distintos representantes de las demás Asociaciones Militares Profesionales, el miedo impera, una lástima, así no hay quien avance en el intento de la democratización de las Fuerzas Armadas, cosa que no es de extrañar cuando parece que sus integrantes están mas preocupados de sus ingresos económicos que de gozar de derechos laborales, llegando incluso a mostrar apoyo a partidos políticos que abiertamente presumen de votar en contra de una Proposición de Ley presentada hace escasos meses referente a la Justicia Militar.

Siendo Ezquerra Republicana, a través del diputado Joan Josep Nuet, la propulsora de la mencionada Proposición de Ley para erradicar la Justicia Militar en territorio nacional en tiempo de paz, nos llevamos la sorpresa que el Partido Socialista votara en contra de todo el bloque progresista, dando continuidad a un régimen eliminado ya hace décadas en todos nuestros países vecinos, de donde podemos extraer que de progresista este gobierno tiene mas bien poco, y que de “Jueza por la Democracia”, la máxima responsable de Defensa del actual gobierno tiene menos, sumándole a esto que en su despacho, ella misma llego a reconocerme personalmente que la justicia militar no había sido eliminada con anterioridad porque no reunían los suficientes apoyos en el gobierno, algo que se ha visto que era una falsedad mas de los del puño y la rosa, como lo de los contratos de 7 años para la Tropa y Marinería que anunciaba su diputada Zaida Cantera a bombo y platillo hace algo más de dos años en una concentración de militares frente al Ministerio de Defensa, y que ni están ni se les espera.

¿Ha cambiado algo en estos cuarenta años? Podríamos decir que no.

Mientras militares en activo y reserva firman manifiestos alabando la figura del genocida, son tan solo sancionados, militares demócratas como el Cabo Santos, firmante del manifiesto antifranquista es expulsado de las Fuerzas Armadas.

Mientras la artillera y firmante del manifiesto antifranquista C.V.A es expulsada de las Fuerzas Armadas por expedientes psicofísicos muy alejados de la verdadera razón de su baja inicial, sus acosadores gozan impunemente de los privilegios de su uniforme aun habiéndose demostrado en infinidad de ocasiones que han mentido en sus declaraciones, y que han estado y están acosando continuamente a su subordinada. La Ministra Margarita Robles ha negado atender a la artillera con el pretexto de que su caso está judicializado, curioso cuanto menos, cuando sí que ha atendido a mas militares estando sus expedientes también en curso.

CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL, Grupo de Trabajo para la elaboración de un Código Ético para la Carrera Judicial, Texto final acordado en la sesión celebrada el día 16 de diciembre de 2016, PRINCIPIOS DE ÉTICA JUDICIAL

  • CAPÍTULO II, Imparcialidad
    • 12. El juez y la jueza no pueden mantener vinculación alguna con las partes ni mostrar favoritismo o trato preferencial que ponga en cuestión su objetividad ni al dirigir el proceso ni en la toma de decisión.
  • CAPÍTULO III, Integridad
    • 22. La integridad exige que el juez y la jueza observen una conducta que reafirme la confianza de los ciudadanos en la Administración de Justicia no solo en el ejercicio de la jurisdicción, sino en todas aquellas facetas en las que sea reconocible como juez o jueza o invoque su condición de tal.
    • 23. El juez y la jueza evitarán que tanto el ejercicio de actividades profesionales ajenas a su función como la participación voluntaria en planes de refuerzo o sustitución perjudiquen el mejor desempeño jurisdiccional.

Mientras la Ministra de Defensa Margarita Robles no duda un segundo en pedir que se respete la presunción de inocencia del anterior primer Soldado de España, presuntamente con cuentas en paraísos fiscales, la Justicia Militar sanciona primero al débil, vulnerando su presunción de inocencia, y lo “fusila” más tarde dándole igual tener razón o no, ya que solo importa el galón que portes, la ideología que promulgues, o si detrás de tu nombre viene una serie de apellidos largos y compuestos.

Solo han cambiado las prácticas utilizadas, el fin sigue siendo el mismo, acabar con quien les planta cara, para poder continuar con sus tropelías, acosos, abusos, malversaciones, y demás corruptelas, amparadas siempre por esa Justicia Militar, que el Partido Socialista Obrero Español junto a todo el bloque de la derecha y la ultraderecha ha decidido dar continuidad.

No sé con que regará nuestra “chica chica boom” sus tiestos, pero seguro que con poción mágica gala no es, de esa poción mágica solo pueden presumir disponer los demócratas.