Sobre la UMD y el FMD

En las últimas semanas, se han publicado en esta página algunos escritos de compañeros haciendo consideraciones sobre la historia de la Unión Militar Democrática (UMD) y también sobre los fines del Foro Milicia y Democracia (FMD). Pensando en que pueda haber seguidores de la página, sean o no miembros de la Asociación, que no comprendan bien las discrepancias entre asociados que se expresan o evidencian en dichos artículos, como estudioso de la historia de la UMD y miembro de la junta directiva del FMD durante los
últimos años, quiero contribuir también con algunas reflexiones a este ya público debate, con la esperanza de que no sirvan para aumentar la perplejidad de los eventuales lectores.
Javier Fernández López, autor de una de las obras de referencia sobre la historia de la UMD, ha publicado en nuestra página una interesante serie de artículos en los que aborda la memoria de la organización en aspectos concretos tales como las asambleas, la ideología, los orígenes o el activismo de sus miembros en el territorio. Ha realizado también una glosa sobre la figura del General Luis Pinilla Soliveres, uno de los referentes fundamentales de los militares demócratas españoles. Por desgracia, en la quinta entrega, ha puesto abruptamente fin a la serie, alegando vagas discrepancias en el seno de la junta directiva del FMD y, particularmente, el hecho de haberse dado cabida en la página web a artículos de opinión en los que se defienden ideas republicanas que se conectan con el legado de la UMD.
Ante todo, hay que lamentar esta decisión, pues nos priva a todos los interesados en la historia de la UMD de una firma autorizada en la materia. Personalmente siempre agradeceré a Javier su disposición y generosidad intelectual en el proceso de elaboración de mi tesis doctoral sobre la organización, poniendo a mi alcance valiosa documentación original y
aceptando formar parte del Tribunal que juzgó la tesis en 2007. De manera que sus opiniones en esta materia me merecen crédito y, en ese sentido, comparto plenamente la apreciación de que, a la vista de los documentos publicados por la UMD, no tendría fundamento afirmar que la Unión Militar Democrática, como organización, se hubiera declarado republicana, como
tampoco monárquica -ambas formas de gobierno caben en un sistema parlamentario-, sino únicamente demócrata, que era lo urgente en aquel momento.
Días después, Arturo Gurriarán y Jesús Martín-Consuegra, históricos miembros de la UMD y presidente y vocal de la junta directiva del FMD, escriben en la página una nota conjunta para mostrar su agradecimiento por la solvencia y rigor de las contribuciones de Fernández López, suscribiendo su observación de que “no es razonable que se publiquen en nuestro blog afirmaciones que no respetan la verdad y que se presenten como hechos ciertos”, concluyendo que la “UMD pretendía un sistema democrático para España”. En efecto, ninguna duda cabe albergar al respecto. El postulado democrático es nuclear en el significado del colectivo: está proclamado en su manifiesto fundacional (Ideario) y confirmado con la coherencia de su disolución tras las primeras elecciones generales de 1977.
Finalmente, otro miembro de la actual junta directiva, José Miguel Bueno, ha escrito sobre la “esencia y futuro” de nuestra Asociación. En su contribución, que sin duda está dictada por el deseo de defender la nobleza de los fines del FMD, hace una serie de razonamientos sobre el futuro del Foro, de los cuales comparto sin reparos aquellos en los que se ciñe al dictado de los fines estatutarios. Vuelve a incidir en el supuesto riesgo de que el FMD deje de ser “escrupulosamente apartidista y neutral en sus manifestaciones públicas” al permitir que se publique en la página web “artículos tendenciosos y partidistas que no se [adaptan] al ideario de la UMD” o que “los socios del FMD opinen públicamente en sus órganos de expresión, por ejemplo, que la UMD era republicana, extremo absolutamente falso”.
Pese a la severidad de las críticas, en ningún momento se cita por su nombre al autor de los artículos que habrían desencadenado estas alarmadas reacciones, ni hay rastro alguno de las afirmaciones denostadas; el lector curioso puede averiguar con facilidad la identidad del autor cuestionado probando en la hemeroteca por un marino militar retirado, antiguo
miembro de la UMD, asociado del FMD y declarado republicano. La atenta lectura de todas sus contribuciones recogidas en  www.miliciaydemocracia.org, dejan claro la defensa de la memoria de los militares republicanos y de la idea de la República como forma de gobierno para España, pero, sinceramente, no logro entender en qué medida estas opiniones suponen una deliberada tergiversación de los hechos o una manipulación de la memoria de la UMD.
Desde luego, no parece que, cualquiera que sea la opinión que nos merezca los juicios y argumentos esgrimidos, alcancen tales artículos el estadio de impugnación falsaria de la historia de los militares demócratas que se les atribuye, máxime cuando están ya suficientemente contrarrestados por otros artículos, también respetables. Todos los escritos firmados por su autor, empezando por este mismo, constituyen un ejercicio del derecho
fundamental de expresión, amparado por la Constitución, de cuyo contenido responde el autor reconocido. Se trata de unas opiniones, por naturaleza subjetivas, que se pueden compartir o rechazar, total o parcialmente. Deducir otras consecuencias, como las que en este caso parecen querer extraerse, es excesivo. Por otra parte, tal como oportunamente se señala en la propia página del FMD, las opiniones vertidas en los artículos son opiniones del autor, no necesariamente compartidas por la Asociación-Foro Milicia y Democracia.
Sentado este extremo, convengamos en que la historia/memoria de la UMD no pertenece al FMD, que no es en absoluto continuación de aquélla, ni ningún especialista tiene exclusiva alguna en la materia; tampoco pertenece a los antiguos miembros de la organización que, por relevante que fuera su contribución, solo pueden acreditar de manera autorizada su experiencia personal. Todo trabajo historiográfico está siempre llamado a ser superado por investigaciones más completas, por lo que no puede darse nunca por cerrado. De un libro surgen otros libros, solía decir otro miembro destacado de la UMD: nuestro añorado profesor Gabriel Cardona. Los propios autores revisan sus interpretaciones conforme profundizan en el conocimiento de las fuentes y alcanzan una síntesis renovada que pondera mejor todos los hechos que se van valorando. La revisión, siempre que no derive en revisionismo ideológico, es no solo legítima sino conveniente y aún necesaria.
La Historia es dinámica y la historia de la UMD está viva. En los más de quince años que llevo leyendo, conversando y escribiendo sobre la UMD y el fenómeno de los militares demócratas en la última etapa del franquismo, he revisado muchos planteamientos incompatibles con el conocimiento que hoy tengo de nuevos detalles en las actividades organizativas o doctrinales de los grupos, de la participación de los “afiliados”, del estudio de nuevos fondos como los depositados recientemente en el Centro Documental de la Memoria
Histórica (CDMH) de Salamanca, fondos que están llamados a  proporcionarnos un mejor conocimiento del perfil de los miembros de la UMD y del entorno familiar, profesional y político de la época; o simplemente por la publicación de nuevos trabajos historiográficos sobre el contexto político de la transición, que, como ocurrió con otros sectores opositores, tanto influyó en la dinámica de grupo, y en la redacción de los manifiestos y comunicados.
Discrepo, con toda cordialidad, de los argumentos empleados por otros compañeros en el sentido de que la posición defendida en unos artículos de opinión recogidos en la página, con independencia de la condición de asociado o no de su autor y de su línea argumental, puedan comprometer de ninguna manera al FMD como organización. El formulario de inscripción en el Foro no impone al asociado otra condición que aceptar los estatutos de la Asociación, ni se pregunta, ni interesa, la filiación política del asociado, en caso de que tenga militancia activa, incluso aunque esta sea públicamente conocida. La junta directiva no puede ejercer ningún tipo de censura sobre el contenido de los artículos que se publiquen, salvo que manifiestamente se considere que pueden incurrir en algún ilícito penal; por supuesto, queda a salvo la decisión de su publicación por criterios objetivos de oportunidad, interés y relación con los fines asociativos, pero, en ningún caso, por un criterio ideológico selectivo.
En mi opinión, el FMD, en estos tres lustros de existencia, ha cumplido fielmente con sus fines asociativos. Respecto de la memoria de la UMD, fue la plataforma necesaria desde la que se consiguió el reconocimiento oficial de la labor de los militares demócratas en la transición, con especial mención a la UMD, con la Declaración Institucional del Gobierno de 4 de diciembre de 2009, simbolizada poco después en la concesión de cruces al mérito
militar y aeronáutico a los militares procesados de la organización. Sin perder nunca la referencia del ejemplo de la UMD -punto común de quienes se acercan a la Asociación-, es tiempo ahora de que el FMD se centre en la sociedad del siglo XXI y en los otros objetivos, particularmente en contribuir a la pedagogía democrática en las fuerzas armadas.