Defensa expulsa al cabo Marco Santos Soto

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Defensa discrimina a tropa y mandos a la hora de sancionar

La Junta Directiva de la Asociación-Foro Milicia y Democracia (FMD) ha tenido conocimiento de la imposición al cabo Marco Antonio Santos Soto de la máxima sanción posible de la Ley Orgánica 8/2014 de Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas: “Resolución de su compromiso con las Fuerzas Armadas”, es decir, su expulsión de éstas y el fin de su carrera y actividad profesional.

Las causas que han motivado dicha sanción, según el propio dictamen aprobado y firmado por el Jefe de Estado Mayor del Ejército, es la conculcación de los apartados 1 y 13 del artículo 8 de la citada Ley, que califican como falta muy grave, respectivamente, “la emisión pública de expresiones o manifestaciones contrarias al ordenamiento constitucional” e “infringir los deberes de neutralidad política”.

En este sentido, el FMD considera inapropiado, en primer lugar, la propia existencia de dichos preceptos y, en segundo, que puedan ser sancionados con la expulsión de las Fuerzas Armadas y la extinción de una carrera profesional, medio de vida de quien la ejerce.

El FMD cree que la prohibición de “emisión pública” de opiniones políticas, sociales o profesionales por parte de los miembros de las Fuerzas Armadas es un recorte al derecho constitucional a la libertad de expresión, siempre y cuando no se incurra en lo establecido por el Código Penal para el resto de los ciudadanos, como, asimismo, considera que la “neutralidad política” que deben mantener las Fuerzas Armadas como institución, precisamente por ser y estar armadas, así como dotadas, entrenadas y autorizadas para utilizar esas armas bajo la única dirección del gobierno libre y democráticamente elegido, debería ser aplicada a sus miembros de forma individual solamente cuando las realizasen en el ámbito de sus actividades profesionales, especialmente cuando éstas impliquen acciones de mando.

Es por ello que llama la atención el hecho de que se haya aplicado tan dura y desproporcionada sanción a un militar profesional de tropa, cuando desde hace tiempo se está asistiendo a la impunidad de ciertos generales y coroneles en la reserva (en la que se conserva la condición militar) que firmaron un manifiesto de exaltación y reivindicación del dictador Francisco Franco. Cabe preguntarse, ¿cuál es la diferencia? ¿la graduación? ¿o más bien la ideología que sustenta la opinión política expresada? Porque no toda opinión política expresada parece incurrir en falta de neutralidad. Parece como si pronunciarse en favor de la “continuidad” no fuese una opinión política.

Por todo lo cual, el FMD solicita que sea revisada la anteriormente mencionada sanción y se proceda a modificar la actual legislación y normativa aplicable a los militares en relación con su libertad de expresión pública fuera del ámbito militar, reduciendo el concepto de neutralidad política a las Fuerzas Armadas como institución y no a todos y cada uno de los militares, ciudadanos de uniforme a la postre, que todavía hoy en día ven mermados sus derechos humanos y constitucionales como consecuencia de los residuos autoritarios heredados de la pasada dictadura.

Madrid, 28 de noviembre de 2019