Símbolo de los militares demócratas

Publicado en EL MUNDO, 23 de mayo de 2018

Luis Otero ha fallecido en Madrid a los 85 años. Luis ha sido militar y en la actualidad se encontraba en situación de retiro con el empleo de coronel del Ejército, pero también ha sido uno de los pioneros en trabajar en nuestro país con sistemas informáticos y un activista destacado en la lucha por los Derechos Humanos en España. De cualquiera de estas tres facetas se podría desarrollar una semblanza, yo me voy a limitar aquí a unos breves apuntes sobre su carrera militar y, en particular, sobre su intensa participación en la Unión Militar Democrática (UMD).

Huérfano de militar, Luis fue educado en la tradición ideológica de los vencedores de la guerra, cursando estudios en el Colegio de Huérfanos del Ejército hasta ingresar como cadete en la Academia General Militar, formando parte de la IX Promoción. En el año 1954, recibió el despacho de teniente del Arma de Ingenieros del Ejército de Tierra, pasando a servir en las unidades. Pronto, la inoperancia, las corruptelas y el atraso que observó en los cuarteles del franquismo, le condujeron a una temprana frustración profesional, emprendiendo, desde planteamientos conservadores y religiosos muy arraigados en su ámbito familiar, un camino de toma de conciencia y de oposición implacable a la dictadura.

Y en ese momento de evolución personal se encontraba, colaborando con las organizaciones católicas de base postconciliar, cuando impactaron sobre su conciencia los acontecimientos del 25 de abril de 1974 en Portugal. La Revolución de los Claveles aceleró los planes para organizar la UMD, que quedó formalmente constituida en la histórica reunión de Barcelona del 1 de diciembre de 1974 en la que participaron doce comandantes y capitanes del Ejército de Tierra. El tándem Barcelona-Madrid, o lo que es lo mismo, Busquets-Otero, fue determinante para afrontar el gran riesgo de constituir una organización militar clandestina en el tardofranquismo.

El comandante Otero fue uno de los nueve (9) oficiales detenidos en el verano “caliente” de 1975 siendo procesado, juzgado y condenado por el delito de conspiración para la rebelión militar a la pena de 8 años de prisión y separación del servicio. Su mayor rango entre los represaliados motivó la aplicación de un régimen penitenciario particularmente severo sufriendo periodos de aislamiento y continuos intentos de quebrar su fortaleza moral con bochornosas desconsideraciones a su empleo militar por parte de sus guardianes subordinados.

Forzado a abandonar el Ejército, y afrontar una difícil situación familiar -su esposa, Carmen Macías, e hijos menores, fueron blanco de todo tipo de infamias-, Luis Otero se dedicó a la actividad privada, pero nunca dejó de defender, con fundamento, el derecho de sus compañeros y el suyo propio a ser reintegrados en la profesión militar. En carta abierta al ministro de Defensa del primer gobierno socialista manifestó su profunda preocupación por la marginación de los militares demócratas en las fuerzas armadas de la democracia, a la que con su lucha habían contribuido.

Pasaron más de diez años hasta que el poder político tuvo a bien reparar la irregular separación del servicio de los oficiales de la UMD por medio de la llamada Ley de Rehabilitación de Militares Profesionales, promulgada el día de Nochebuena de 1986, en la que ya se reconocía el trato desigual aplicado en la amnistía a los militares respecto de otros funcionarios. La rehabilitación, sin embargo, fue parcial -y tramposa- ya que a ninguno de los repuestos en su carrera que lo solicitaron -entre ellos, el coronel Otero, que mostró su disposición para ejercer el mando de un regimiento- se les concedió destino alguno en servicio activo.

La reparación moral, después de varios intentos fallidos por el veto sostenido por el ministerio de Defensa de gobiernos socialistas y populares, llegó veintitrés años después de la sentencia, con una Declaración Institucional del Gobierno en 2009, seguida de la concesión de cruces al Mérito Militar y Aeronáutico a catorce antiguos miembros de la UMD -se eligió, en representación de todo el colectivo, a los que habían sido procesados-, entre ellos, el propio coronel Luis Otero. La ministra Carme Chacón, con el apoyo del presidente Zapatero y del general Julio Rodríguez, pagó esta deuda de honor de la democracia española.

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Luis Otero Fernández, militar, nació en 1933 y murió el 22 de mayo de 2018 en Madrid.

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Fidel Gómez Rosa es suboficial mayor de Aviación, doctor en Ciencias Políticas y asociado del Foro Milicia y Democracia (FMD).