El Capitán Schettino, Carlos Garaicoechea y Carles Puigdemont

Es mundialmente conocido el comportamiento del Capitán Schettino que después de ser el principal responsable del naufragio del Costa Concordia, abandonó a sus pasajeros, a su tripulación y a su barco y se marchó a lugar seguro a llamar a la mamma.

Similar comportamiento al de Schettino tuvo el lendakari Carlos Garaicoechea la tarde y noche del 23 F. Garaicoechea estuvo missing durante aquellas dramáticas horas, los miembros del Gobierno Vasco y dirigentes del PNV trataron infructuosamente de hablar con él para recibir instrucciones y coordinar las acciones a tomar tras el golpe de estado, incluido el protocolo de fuga, pero todo fue inútil. Carlos Garaicoechea había abandonado el barco y dejado a todos los pasajeros y su tripulación a la deriva. Al grito de sálvese quien pueda, Carlos Garaicoechea abandonó su puesto, su causa y a los suyos, como el Capitán Schettino.

Esta muestra de irresponsabilidad y cobardía es aún más grave si tenemos en cuenta que fue Carlos Garaicoechea uno de los personajes que más contribuyó con su política y actitud a exacerbar los ánimos de los militares franquistas. Es decir, Garaicoechea primero provocó a los militares y cuando ya lo había conseguido, desapareció de la escena dejando al Gobierno Vasco a la deriva.

En el debate entre Artur Mas y Felipe González transmitido por La Sexta, el domingo día 2 de febrero de 2014, Felipe González hablando del anunciado choque de trenes dijo que esperaba que ambos maquinistas estuvieran a bordo de sus respectivas máquinas el día del accidente ferroviario. Artur Mas no respondió, no dijo si iba a actuar como Schettino y Garaicoechea poniendo pies en polvorosa antes del encontronazo o si iba a actuar como Lluis Companys en octubre de 1934 que aguantó el choque de trenes hasta el final. Recordemos que las tropas del General Batet, siguiendo órdenes del Gobierno de la II República, detuvieron al President Companys en el Palau de la Generalitat por haber proclamado l’Estat Català de la República Federal Espanyola. Este silencio de Artur Mas ante la pregunta de Felipe Gonzalez sobre si iba a estar a bordo de la máquina el día del choque de trenes hacía augurar una huida del “honorable” antes de que se produjera la colisión.

Artur Mas no ha huido antes del accidente porque fue relevado de su puesto por la CUP, pero su sucesor, Carles Puigdemont, sí lo ha hecho. Ha abandonado el tren en marcha y ha dejado a todos sus seguidores metidos en el furgón de cola a punto de estrellarse sin conductor contra el Supremo y la Audiencia Nacional.

La huida del “honorable” ha cogido tan desprevenidos a sus ingenuos seguidores que incluso el Conseller de Territori i Sostenibilitat, se ha arriesgado a incurrir en un delito de usurpación de funciones al asistir a su puesto esta mañana, mientras su ex líder estaba en Bruselas tomando mejillones en un lugar seguro.

A ver si después de los episodios que estamos viviendo estos días, los ciudadanos catalanes se dan cuenta de que no es serio hacer la revolución desde un Audi 6 con chofer, pagados ambos con dinero público.