El general de Podemos no está solo

Publicado en andalucesdiario.es por María Serrano

El documental se llama ‘Pasos perdidos’ y cuenta una historia poco conocida: no todos los militares españoles han sido de derechas. El caso del general Julio Rodríguez, ex Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) y cabeza de lista de Unidos Podemos por la provincia de Almería, es llamativo pero no único. Lo recordaba el excoordinador federal de IU Julio Anguita: “También hay militares de izquierdas”, y ponía como ejemplo al venezolano Hugo Chávez. Además, Anguita insistía en que la República española fue defendida por militares y hubo miembros de la Guardia Civil que se enfrentaron “a los rebeldes de Franco”.

Pasos perdidos’ narra la historia de los militares demócratas españoles de los últimos dos siglos, aquellos que vistieron el uniforme con un solo código, el de la libertad y la democracia y cuya historia apenas ha trascendido. José Antonio Torres ha dirigido esta cinta para mostrar cómo, en contra del tópico y de lo que muchos siguen creyendo, el Estado de derecho era un importante valor para muchos militares del siglo XIX y XX, aunque la leyenda negra promovida por el franquismo haya intentado enterrar su compromiso y mofarse de su lealtad.

El propio ex Jemad Julio Rodríguez lo sabe bien: los ataques desde la derecha no han cesado desde que anunció su compromiso con Podemos. Tras escribir esta semana en su cuenta de Twitter “Me considero un soldado raso, un soldado de Podemos”, el periodista José Oneto se apresuraba a glosar el tuit del general en estos términos: “Frase genial para participar en el Concurso del Tonto Contemporáneo…”.

Pero el de Julio Rodríguez no es un caso aislado. “Los militares progresistas no han sido excepciones en el ejército en los dos últimos siglos”. Desde que el coronel Manuel de Aguirre introdujese en España las ideas de Rousseau y publicase en octubre de 1787 un primer proyecto de Constitución como el que se llevaría a cabo en el año 1812, han sido numerosos los casos de militares defensores de las libertades que pagaron con su propia vida por ir en contra del Antiguo Régimen.

El PRIMER LIBERAL MILITAR, RAFAEL DE RIEGO

Era uno de los liberales que más minó la moral del monarca del momento, Fernando VII. Rafael del Riego intenta recobrar el constitucionalismo en España, cuando todo atisbo de liberalismo estaba penado con la cárcel, la muerte o el exilio. Los sectores liberales del ejército, entre los que se encontraba Riego, rechazaban visceralmente el feroz absolutismo de Fernando VII, destaca el historiador Alejandro Mosquera.

En 1820, Riego intenta proclamar la vuelta de la Constitución de 1812 en el municipio sevillano de las Cabezas de San Juan. El triunfo de su pronunciamiento duró poco tiempo: apenas tres años. En una prisión de Madrid, Riego moriría ahorcado, tras ser paseado de forma humillante por toda la villa.

Ya a finales del XIX, surgieron otras figuras como la del general Prim, uno de los forjadores de la España moderna. Pont apunta que “Prim tenía como idea la retirada de los Borbones de España. Era su leit motiv”. No reconoce al Vaticano ni al Gobierno de Isabel II y trae a un nuevo monarca, Amadeo de Saboya, lo que le produce demasiados enemigos y su asesinato posterior en las calles de Madrid.

Jose Antonio Torres apunta que antes de la “restauración de Cánovas, el monarca no aglutinaba las tres capitanías de los ejércitos”. Es una norma muy reciente en el Estado español desde hace tan solo 150 años y que une para siempre a los militares con el poder de la monarquía.De hecho, el militar e historiador Javier Fernández apunta que “a partir del siglo XX, encontrar militares progresistas en el ejército resulta tan difícil como buscar una aguja en un pajar”.

COMPAÑEROS DE ARMAS, ENEMIGOS DE ARMAS

Ya durante la Segunda República y la Guerra Civil, las columnas militares se encuentran divididas de manera encarnizada hasta 1939. “El exterminio que se produce entre los propios compañeros de armas es una cosa tremenda, algo difícil de justificar; el franquismo ensuciaría el nombre de la Guardia Civil difundiendo una historia inventada”, destaca el catedrático Andreu Mayayo.

El ‘general rojo’ sería el apelativo dado por la dictadura al militar leal a la legalidad y defensor de los principios de la Segunda República, a la que juraría defenderla hasta el final. A pesar de tener muchas oportunidades de pasarse al otro bando, donde había muchos compañeros, acabaría pasando al exilio francés en 1939.

MILITARES CONTRA FRANCO

Sin embargo, durante el franquismo no lograron acabar del todo con el progresismo dentro del ejército, surgiendo un grupo clandestino a finales de la dictadura, concretamente la Unión Militar Democrática, que exigía en 1974 una Constitución votada por todos y unas fuerzas armadas inspiradas en los valores constitucionales.

La UMD se opondría a los intentos de resucitar el franquismo, llegando a realizar una impagable labor de detección e información de las tramas golpistas. Casos como el del militar Jose Ignacio Domínguez Martín Sánchez encarnan desde el exilio la persecución implacable sufrida por sus miembros.

El exidirigente socialista Carlos Sanjuan recuerda en el documental, como exmiembro de la UMD, la importante labor de información y espionaje de este organismo al servicio de la Transición, cuando la extrema derecha promovía en los cuarteles operaciones como la conocida Operación Galaxia y más adelante el intento del golpe del 23F. Treinta años después, la larga sombra de aquellos militares sigue ocultando el papel desempeñado por los militares progresistas.