Los militares y la Constitución

El régimen del 78

Se alzan patéticas voces, desde la derecha más rancia, pidiendo la reforma urgente de la Constitución, como si en ello les fuese la vida. También se oyen voces desde algunos sectores progresistas reivindicando una reforma federal. Esta situación de colapso institucional impide una salida real a los graves problemas que afligen a nuestra Patria, haciendo evidente la crisis irreversible del régimen del 78.

La oligarquía financiera y terrateniente cacarea sus exorbitantes ganancias. Mientras tanto el gobierno anuncia una inmediata recuperación económica, fundamentada en la precarización y saqueo de las capas populares. Recuperación que no llegará al pueblo llano.

Sin embargo, no es improbable que este crecimiento derive en un incremento de las importaciones que vuelva a superar las exportaciones. En ese caso se produciría una desestabilización de la balanza comercial agravando la deuda exterior.

La gigantesca deuda -que continúa creciendo desbocada-, el paro estructural y el desequilibrio de la balanza comercial son tres jinetes del Apocalipsis. El cuarto y más siniestro es la corrupción generalizada que, implantada a sangre y fuego por el franquismo, crece irrefrenable a la sombra del régimen monárquico, enfangándolo todo.

La inmensa mayoría de los ciudadanos sienten en sus carnes como sus condiciones de vida se degradan irreversiblemente.

Una parte creciente de nuestra juventud más preparada -sumida en la más absoluta precariedad e incertidumbre- se ve empujada al exilio económico, sin derechos sociales y sin patria.

Cinco millones de personas sufren exclusión social extrema (i) mientras cerca de dos millones de niños pasan hambre en España. (ii)

Memoria vigilada

Como todo el mundo sabe, la llamada Transición dio lugar al régimen borbónico vigente. Se fundamentó en un pacto de silencio sobre los crímenes del franquismo. Para ello se decretó una falsa Ley de Amnistía, en realidad una “ley de punto final”. Dicha ley establece de hecho la impunidad del franquismo sobre los crímenes de lesa humanidad y genocidio cometidos durante la dictadura.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha emplazado recientemente al gobierno de Rajoy para que, en un plazo máximo de noventa días, dé una solución efectiva a esta gravísima injusticia.

El origen de la Constitución

El golpe militar fascista del 18 de julio de 1936 -que derivó en la Guerra de España- implantó en nuestra Patria un régimen de terror y de exterminio que se extendió durante cuatro durísimas décadas. Fue ese mismo régimen el que restauró la monarquía de los Borbones mediante las leyes de sucesión a la jefatura del Estado decretadas por la dictadura.

El régimen totalitario y fascista del general Franco, y los poderes de la oligarquía nacional e internacional que lo sostuvieron, impusieron a las fuerzas democráticas -bajo extorsión militar- una reforma política muy limitada. No hubo, pues, un auténtico proceso constituyente en libertad. Esto les permitió continuar ejerciendo su dominio. Para ello encorsetaron la incipiente democracia en un sistema de alternancia bipartidista, pretendiendo mimetizar la restauración canovista.

Es obvio que las costuras del corsé están a punto de saltar y ya nadie podrá impedirlo.

La esencia de la Constitución

La esencia de la Constitución, según algunos voceros militares de alto rango, es la sagrada defensa de la unidad de la Patria. Sin embargo basta una simple lectura de la misma para comprender la gigantesca estafa a la que estamos siendo sometidos. La constitución de 1978 contiene grandilocuentes declaraciones sobre los derechos del pueblo español, es decir de los ciudadanos, esencia de cualquier constitución auténticamente democrática.

Sin embargo, esos derechos fundamentales están siendo burlados: derecho a comer, derecho a un puesto de trabajo, derecho a un techo, derecho a la salud, derecho a la educación, derecho a la protección de la infancia, derecho de asistencia de los desvalidos, derecho a la justicia en pie de igualdad, derechos sociales en suma.

Esos derechos son también, y sobre todo, “ordenamiento constitucional”. Son la auténtica esencia de la Constitución. Sin ellos no hay Patria.

El golpe del bipartito

El golpe de Estado económico del bipartito pulverizó los derechos básicos mediante la modificación del Artículo 135 de la Constitución. Para estos vendepatrias, garantizar las exorbitantes ganancias de la oligarquía financiera -nacional e internacional- es mucho más importante que asegurar nuestras vidas.

Exijamos una quita sustancial de la deuda, por odiosa e ilegítima. Esta gigantesca deuda arrasa derechos sociales e impone leyes que destruyen las conquistas sociales alcanzadas. Conquistas cimentadas heroicamente, a lo largo de los siglos XIX y XX, por la indomable lucha del movimiento obrero.

Nos confunden con hormigas

La “altura de miras” del nuevo Borbón es tan alta que nos confunde con diminutos insectos. En tan altas cumbres merodean todo tipo de nuevos y antiguos cortesanos, a la búsqueda de indignantes prebendas y de oscuros negocios.

¿Para qué nos sirve un rey que es incapaz de exigir de forma efectiva el respeto a la soberanía de los pueblos, su derecho a una vida digna? NO nos sirve para nada pues NO nos representa.

Mientras tanto, el teniente Luis Gonzalo Segura permanece arrestado y recluido en un hospital militar en una huelga de hambre sin precedentes. Clama en su novela “Un paso al frente” contra la corrupción de la casta militar dominante. Da así testimonio de la verdad poniendo en riesgo su vida valerosamente.

La neutralidad política de los militares

Algunos militares monárquicos, afines a la casta, pontifican sobre lo que es o no es el patriotismo, sobre lo que es o no es la esencia de la Constitución. No quieren asumir, pese a la evidencia, que los vientos del pueblo soplan con fuerza en la buena dirección. Es evidente que estos espadones intentan, y seguirán intentando por todos los medios, amedrentar a la ciudadanía desde sus posiciones de poder. No es nuevo en la historia de España.

Sin embargo, los pueblos de nuestra Patria claman por un proceso constituyente en libertad, por un proceso constituyente desde la base. Lo han manifestado contundentemente durante las históricas marchas de la dignidad del 22-M. Fue una gigantesca muestra de convergencia popular. Cerca de dos millones de personas se concentraron resuelta y pacíficamente en la capital mostrando su creciente republicanización.

Es hora ya de rechazar tanta impostura. Expreso, pues, alto y claro todo mi desprecio a esa falsa y burda “neutralidad política” que estos voceros del rey cínicamente no respetan.

 

Referencias:

(i)

Cinco millones de personas sufren exclusión social extrema en España. http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/03/27/actualidad/1395942910_114311.html

(ii)

Cerca de dos millones de niños pasan hambre en España. http://www.lasexta.com/programas/mas-vale-tarde/noticias/cerca-dos-millones-ninos-pasan-hambre-espana_2013080700305.html